lunes, 23 de diciembre de 2013

¡JESÚS NACE ENTRE LOS POBRES!


¡FELIZ NAVIDAD 2013!

De nuevo nos encontramos en ese momento del año donde emociones y sentimientos pare-cen  aflorar entre alegrías y tristezas, derroche y sencillez, soledad y solidaridad. A veces, incluso, hace que nos olvidemos un poco de lo mal que estamos para hacernos creer a otros y a nosotros también que es un momento para estar bien, pero, ¿lo estamos?.  Aquí entra esa parte donde la reflexión personal se impone para que cada uno y cada una intentemos responder a la pregunta. ¿Qué buena nueva es motivo de mucha alegría para mí y para mi pueblo?, ¿sabemos reconocer al Dios con nosotros que vive en nuestro pueblo? Si miramos positivamente y tenemos un poco de fe, sí, seguramente que encontraremos muchas buenas nuevas que pasan a nuestro alrededor y que nos hacen creer en el milagro de la Navidad.

Una de las Buenas Nuevas la he encontrado en Pujilí (Ecuador) donde se realizó el VII Encuentro Continental de Teología India y cuyo Mensaje Final dice: 

La Buena Noticia de Pujilí: “Les anunciamos una Buena Noticia para todos y para todas: ¡El Buen Vivir!.  Simbolizada en una Vasija de Barro. El Buen Vivir/ Buen Convivir se manifiesta en no ser perezoso, mentiroso y ladrón; es actuar, soñar, reconstruir la Vida misma; se trata de una radical apuesta por la Vida Plena y Abundante, para todos y para todas, no sólo para unos cuantos. Nos muestra el horizonte de nuestras luchas hacia una vida digna y justa. Esta herencia milenaria nos une en un proyecto común desde la diversidad de nuestros pueblos; es para quienes vivimos y cohabitamos este hermoso planeta”. Así también nos lo exige el mismo Jesucristo: “He venido para que tengan vida y vida en abundancia” (Jn 10,10) 

Este es nuestro clamor y nuestra palabra esperanzadora para toda la humanidad. 

Y recogiendo las palabras de Francisco I: “No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura”, “emprendamos un camino de amor y confianza en todo el mundo”. ¿A qué nos compromete esa llamada a emprender un camino de amor y confianza en todo el mundo? Es una llamada a expresar, encarnar, compartir, celebrar el regado de la vida y transmitirlo. Es una llamada a comunicarnos, a profundizar la relación o a corregir relaciones indebidas –aquellas que niegan, distorsionan o impiden que surja la dignidad humana-, mientras nos hacemos volver mutuamente al poder de la persona. Estamos llamados a viajar de este modo, a permanecer en y con este poder radicar del Amor. 

El camino está trazado… QUE TENGAMOS UNA
 ¡FELIZ NAVIDAD! 

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