lunes, 7 de abril de 2014

TENEMOS UN NUEVO MARTIR EN LA IGLESIA


Secuestran y asesinan de dos balazos a un jesuita holandés en Homs

"Murió un hombre de paz, que quiso seguir siendo fiel al pueblo sirio", apuntó Lombardi


                                       
Un sacerdote jesuita holandés, Frans van der Lugt, ha sido secuestrado y asesinado por hombres armados no identificados este lunes en la asediada ciudad siria de Homs, según han informado los medios holandeses.
Van der Lugt, de 75 años, vivía en Siria desde 1966. Hombres armados se lo han llevado de su vivienda esta mañana y le han realizado dos disparos en la cabeza,ha informado el diario holandés 'Volkskrant', citando al superior de la orden de los jesuitas en Países Bajos.
Van der Lugt advirtió del sufrimiento de la población de Homs, en el centro de Siria, en un vídeo este año, asegurando que sus habitantes vivían en la miseria y morían de hambre. "Es imposible que suframos y el mundo no haga nada", había afirmado, hablando en árabe.
Los cristianos constituían alrededor del 10 por ciento de la población de Siria antes del inicio de la guerra civil en marzo de 2011. La minoría tradicionalmente apoyaba al presidente Bashar al Assad por protegerles y ha sido atacada por sus detractores por ese motivo.

Murió "un hombre de paz", declaró el lunes el Vaticano al confirmar el asesinato del sacerdote jesuita holandés Frans van der Lugt en Homs, centro de Siria, donde residía desde hacía décadas.



"El padre Van der Lugt fue asesinado esta mañana el Homs", dijo el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano. "Según el testimonio de sus cofrades, fue llevado por hombres armados que lo golpearon y mataron de dos balazos en la cabeza".
Al estallar la guerra civil en Siria, Van der Lugt, de 75 años, optó por permanecer en elcasco antiguo de Homs asediado y bombardeado por las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad.
"Así murió un hombre de paz que, con una gran valentía, en una situación extremadamente riesgosa y difícil, quiso seguir siendo fiel al pueblo sirio al que había dado desde hacía mucho tiempo su vida y su asistencia espiritual", agregó Lombardi.
"Donde el pueblo muere, mueren también con él los fieles pastores", agregó el portavoz jesuita del papa Francisco.
"En este momento de gran dolor, expresamos nuestro gran orgullo y gratitud de haber tenido un hermano tan cercano de los que sufrían más, en el testimonio del amor de Jesús hasta el fin", dijo Lombardi.
Los jesuitas de Oriente Medio afirmaron que el asesinato tuvo lugar "delante de nuestra residencia en Homs".
Van der Lugt estaba instalado en Siria desde 1966.
"El pueblo sirio me ha dado mucho, mucha amabilidad, mucha inspiración y todo lo que poseo. Ahora que sufre debo compartir su pena y sus dificultades", había explicado a la AFP en febrero pasado a través de internet.
"Soy el único sacerdote y el único extranjero que queda. Pero no me siento como un extranjero, sino como un árabe entre los árabes", había afirmado sonriente.
"Tenemos muy poca comida. La gente en la calle tiene el rostro cansado y amarillo [...]Hay hambruna pero la gente también tiene sed de una vida normal. El ser humano no es sólo estómago, también tiene corazón, y la gente necesita ver a sus familiares", explicaba Van der Lugt.

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