lunes, 30 de marzo de 2015

ENCUENTRO DE MISIONER@S LAICOS Y ENVÍO DE ASTRID A LA MISIÓN.

SEÑOR, ABRE MI CORAZON AL AMOR, PARA QUE SEA UN MENSAJERO DE TU PAZ

 Comunidad de Laic@s Misioner@s de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús

Cada encuentro es una experiencia de Dios Vivo que nos ayuda a vivir con verdadero amor en este mundo tan convulsionado, nos ayuda a ser mejores personas y nos ayuda a descubrir cual es la voluntad de Dios.

Fue una tarde muy beneficiosa para cada un@ de nosotr@s.  Empezamos la reunión con la oración a cargo de nuestra querida Astrid.
Juliana María nos invita a compartir las experiencias vividas en este último tiempo.
Luego vino el compartir de cada una de nosotr@s de nuestras vivencias diarias a través de los testimonios, se llevó en completa apertura y respeto donde estrechamos cada día mas nuestros lazos de amistad, donde nos enriquecemos un@s a otr@s.

María Dolores comparte su experiencia, Juliana María enseña sus libros.


Se invitó a la Hermana Maria Dolores que recientemente ha sido incorporada como Miembro Honorario al Colegio Profesional de Antropólogos del Perú, donde nos mostró su medalla y el diploma y compartió sobre su vida misionera con la cultura shawi y también se pasó el vídeo que el Canal 7 de TV había pasado sobre lo vivido ese día.



      Juliana María entrega la luz a Astrid, para que sea la  luz de Cristo en la misión de Jeberos

Luego compartimos la oración con las Hermanas de la Comunidad y también fue un día muy especial porque se hizo la oración de envío a nuestra Hermana Astrid que viaja a la misión de  Jeberos,  por un mes y esta vez le acompaña  su hijo Sergio unos días.  
Marta orando por Astrid y deseándola sea una misionera según el Corazón de Cristo.


Cada una de nosotras, a través de la Oración de San Francisco de Asis, le deseó lo mejor, para que sea un instrumento de su paz y amor.  Donde llevará la palabra de Dios a esas personas que viven tan alejadas, y ayudar a las Hermanas a dar a conocer a Jesucristo y ser un instrumento de su paz.


También se hizo la meditación de la Lectura Mateo 18, 16-20, donde Jesús envía a sus apóstoles a evangelizar al mundo. Y a todos nosotros, en especial ASTRID, también le enviábamos a evangelizar en Jeberos y en los lugares que cada uno nos encontramos.

"VAYAN POR TODO EL MUNDO Y PREDIQUEN  EL EVANGELIO"

Oración en el salón con las hermanas 
Juliana María entrega el documento de los Laic@s a Rolo


Juliana María hizo  entrega del Documento de los Laic@s de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús,  a Rolando  ya que él no pudo  estar, por encontrarse en misión.


Al terminar rezamos la Consagración al Corazón de Jesús y cantamos el Himno de la Compañía, agradeciendo a la Madre Pilar por este carisma que hemos recibido.

Luego finalizamos con un compartir y leyendo las diversas opiniones de algunas de las Laicas Misioneras habían enviado sobre el Plan de Trabajo 2015. 
Comunidad de Laicos con las hermanas mayores de la comunidad.ir leyenda
Sagrario bendiciendo a Justo

Sagrario con Rebeca

Visitamos a la Hermana  Sagrario en su cuarto de la enfermeria todos las Misioner@s Laic@s para felicitarla porque recientemente ha recibido el Título de Orden al Mérito Mujer 2015 en la Provincia de DATEM del Marañon – Loreto. 


Se encontraba muy bien y feliz como siempre, dándonos a cada uno un consejo y su bendición y con una gran sonrisa nos repetía y repetía lo feliz que ella ha sido siempre en la misión y nos contaba lo que ha hecho,  ha estado más de sesenta años.  y que ahora estando en la cama sigue siendo feliz, porque sabe que DIOS LE AMA y que está en su corazón  y nadie se lo puede quitar.

¡DAMOS GRACIAS A DIOS POR  EL TESTIMONIO 
 DE NUESTRA HERMANA SAGRARIO SANZ
Y EL ENVÍO DE ASTRID MONTAGNE,  
MISIONERA LAICA  A LA MISIÓN!







domingo, 29 de marzo de 2015

HOMILÍA DEL PAPA EN EL DOMINGO DE RAMOS


sábado, 28 de marzo de 2015

VIDA OCULTA EN NAZARET

Aprovechamos de nuevo para adentrarnos un poco más en la vida de Jesús, especialmente en este tiempo previo a la Semana santa. Hemos encontrado un escrito que imagina a Lucas conversando con María para conocer más sobre Jesús Lucas lo llama:

CONVERSACIONES CON MARÍA

Lucas era, en verdad, un curioso incorregible y un apasionado de Jesús, así que, en cuanto tenía una oportunidad, buscaba a María, la madre de Jesús, y le decía:
¡Cuéntame, María!
Y María, recordaba y le contaba…


Desde el día de su nacimiento, al mirarlo, se me quedó esa sensación de sobrecogimiento ante el misterio. Esos primeros días fueron los más desconcertantes para mí, por lo que dijeron los pastores, y me preguntaba constantemente”¿Qué será de este niño?”. Después sucedió lo de ese viejo, Simeón, en el Templo… Y cierto temor y como un escalofrío se apoderaba de mí al ir viendo todas estas cosas.

Por fin regresamos a casa, a Nazareth, y llegó un tiempo de normalidad. Jesús crecía, empezó a gatear, sus primeros pasos…Sobre todo era…¡curioso! ¡Sí, era muy curioso! Todo lo quería ver, y cuando siguió creciendo, todo lo quería saber…Su padre le educaba en su profesión, en nuestra cultura, en ser un buen judío.
Era inquieto, alegre, tierno y sensible. No le gustaba ver sufrir a nadie y corría rápido a visitar y animar a quien estuviera enfermo.


Y cuestionaba. “Mamá, ¿por qué no vas tú a la Sinagoga?¿por qué no puedes entrar con papá y conmigo?”. Y eran preguntas que nos hacían plantearnos muchas cosas que estaban establecidas así desde siempre…

¡Y le encantaba meter la nariz en todo! (“¡Déjame amasar, como tú!”; “¡Cuéntame de nuevo eso de la levadura en la masa…!”). O cuando salía con su padre, ¡le volvía loco a preguntas! (“¿Qué árbol es ese, papá? ¿Por qué es tan pequeño? ¿De verdad esta semilla tan pequeña luego se hace árbol…? ¡Mira! ¡Los pájaros se posan en él! ¡¿No es asombroso, papá?!”).



Crecía bien, era hermoso, inteligente…¡qué voy a decir yo, su madre! Era especial. Al cumplir los 12 nos dio un susto, cuando se quedó en el Templo, en Jerusalén, pero eso ya lo sabes, aunque tengo grabada su respuesta en mi corazón: “Tengo que atender las cosas de mi Padre…”. ¡Las cosas de su padre! Me dejó asombrada, preocupada, y de nuevo empecé a pensar: “¿Qué será de este niño, Señor?”. Nunca volvió a hacer algo semejante, ni a desobedecernos.

Todo lo observaba, una vez llegó diciendo: “Mamá, a la sra. Edina se le perdió una moneda. La estuvimos buscando por toda la casa. Se puso a barrer y nada. Finalmente la encontró y ¡se puso a dar saltos de alegría! Es curioso, ¿no, mamá? Tenía otras 99, pero se preocupó por esa que había perdido como si fuera la única…”


Y se mezclaba con los pastores, ¡le encantaba ir a pasa la noche en vela con ellos, decía que aprendía mucho de ellos…Siempre me parecía que quería conocerlo todo, como si quisiera absorber todo lo que veía y vivía. No le gustaba que maltrataran a las mujeres y, ¡el muy ladino, conversaba con las prostitutas! “Jesús, no hace falta que te pares con todas las prostitutas!”, le decía yo, y me sorprendía con su respuesta: “No te preocupes, mamá, solo son mis amigas…”.


Te contaré más cosas, Lucas, eres casi tan curioso como él, pero será otro día. Nos acercamos al tiempo de la Pascua, tiempo en que le recuerdo –le recordamos todos-especialmente. Otro día seguiremos, Lucas.