jueves, 3 de diciembre de 2015

LA VIDA SE HACE DE COSAS PEQUEÑAS


Ana María  con una niña y un grupo de amigos en el Congo.


Hoy Ana María Jimenez desde la República Democrática del Congo, en kinshasa,  nos comparte su experiencia de vida, como Religiosa misionera de la COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
 Me llamo Ana María,  soy de Madrid, aunque ya puedo decir que también soy del Congo, ya que llevo aquí más de la mitad de mi vida.
Ana María con una familia
 Estudié  Ingeniero técnico de Telecomunicación y trabajé durante cinco años, antes de ingresar a la Compañía Misionera, porque  se murió  mi madre de repente y no me me pareció bien  dejar  a mi padre solo con mis cinco hermanos pequeños.   Es por este motivo que  retardé el comenzar mi formación en la Compañía.

Llevo casi 44 años en el Congo y que lo que mas me gusta es estar con la gente por eso aprendo las lenguas que hablen cada
grupo: kikongo, lingala, kipende, kishilele.
para así poderme comunicar con ellos.



He aprendido que la vida se hace de cosas pequeñas:

A Jordán le gusta mucho el fútbol
Este sábado perdió el Real-Madrid y como mi vecino es hincha del Madrid, pensé como consolarle. Así que le lleve una bolsa de mangos para que se los comiera con sus cuatro hijas, ya que la mama estaba de viaje. Y no se imaginan la alegría que tuvieron... 

 Les cuento  la historia de Jordán, el niño de un barrio pobre, que me pidió  la camiseta del Real Madrid y en la primera oportunidad que tuve se la compré. Cuando  se la llevé, Jordán no lo podía creer, saltaba de alegría y su cara manifestaba la felicidad que tenía.
Ahora la tiene puesta todo el tiempo, no se la quiere quitar ni para dormir.


Cuando voy a visitar a mama Jacqueline, que se le ha paralizado un brazo,  me encanta que no la dejan sola. Hasta los nietos de cuatro años se turnan sentaditos a su lado para hacerla compañía y para lo
que necesite.
El cariño de las personas, siempre nos trae sonrisas.



El juego de los bolos todo un éxito


Este año se me ha ocurrido hacer un campeonato de bolos en la
parroquia, para que conozcan un nuevo juego. L os bolos son botellas vacías de cocacola. Para ellos este juego ha sido todo un éxito. 
Miren  que atentos están.

Hay jóvenes que se pagan sus estudios vendiendo unidades para los móbiles. Sentados en su mesita y sombrilla para protegerse del sol. El otro día vi a uno de ellos con dos Testigos de Jehová. Al día siguiente
fui a sentarme con él y aclararle cosas para que no se deje engañar. Nos  hemos hecho amigos y me lo ha agradecido.





Vemos a Ana con  Elisee, una niña enfermita que gracias a la ayuda de las hermanas hoy puede sonreir. 

Beni se quemó a las tres semanas de nacer por una vela que su madre se dejó encendida ¡Mira como se quedó!. Todas Todas las niñas del barrio  miserable donde vive se reían de el. Después de cuatro horas de operación y  cuatro meses de cicatrización y dos meses de rehabilitación...mira como ha quedado. Es como una resurrección para él. ¡Que alegría!.  La operó gratis un traumatólogo amigo mí.

No necesito que me reserven una gratificación en el cielo. Mi recompensa es verle andando.



  • Apoyo también en la catequesis en la Parroquia "SAN ELOY",  acompaño  a una comunidad cristiana de Base cerca de nuestra casa y además visito a las familias pobres  que me hace estar siempre en la actitud de SALIR A LA PERIFERIA, como dice hoy nuestro Papa Francisco.
Y Puedo decirles que recibo mucho cariño de la gente y cada día me siento mas y más hermana de ellos y esto me hace estar muy sensible y cercana a sus necesidades.

ANA MARÍA, MUCHAS GRACIAS 
POR TU TESTIMONIO DE VIDA MISIONERA.

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