JOVENES, VIVAMOS UN ADVIENTO MISIONERO.

En esta última jornada del año,  que la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús ha organizado todos los primeros domingos de cada mes,  íbamos llegando con mucha alegría de encontrarnos nuevamente y con una mochila llena de ilusiones y esperanzas

Nos alegró mucho, ver que vinieran varios jóvenes por primera vez y  tuvimos una dinámica de presentación, que nos ayudó a conocernos un poco mas. Era hermoso ver que de distintos lugares de nuestra capital estábamos presentes para esta Jornada Misionera.

Iliana nos invitó a reflexionar y profundizar el Canto VEN, VEN SEÑOR NO TARDES, que fuimos repitiendo la frase que a cada uno mas nos llegó al corazón,  explicando  el por qué lo decíamos.

Hermana Juliana María nos proyectó un gráfico sobre el AÑO LITÚRGICO  y nos fue explicando como estábamos estrenando un año nuevo. Esto nos llenó de admiración, pues muchos de nosotros lo desconocíamos.

 Y nos explicó sobre este tiempo de Adviento, y  la dimensión misionera que tiene. Nos damos cuenta que somos personas que tenemos que dar muchas gracias a Dios por el gran regalo de la FE y esto nos exige  el compromiso de ser NOSOTROS LUZ PARA LOS DEMÁS.

Marta, nos proyectó  un Power Point sobre la "corona de Adviento" que nos gustó mucho y nos ayudó a entender mas el mensaje de estas cuatro semanas     
Hermana Gema nos invitó hacer cuatro grupos, cada uno eramos una Semana de Adviento. Nos dio unas citas bíblicas para que la  reflexionaramos,  y  explicarlo en el Plenario... Gozamos mucho de entender el mensaje que se nos da para cada semana y vimos también la necesidad de poder hacer un compromiso, que nos ayude a vivir lo que estábamos exponiendo.  



A través de distintas fotografías de las misiones de las hermanas, dimos una vuelta al mundo y pudimos escoger la fotografía que mas nos hablase al corazón y después en un

ambiente de oración pedir por ese pueblo y presentarla sobre un mapa del mundo que teníamos delante de nosotros...

Nuestro corazón se abrió al mundo entero y las  fotografías las íbamos poniendo encima del continente que cada uno se sentía llamado. Al final el mapa del Mundo estaba lleno de rostros muy concretos. 

Desde ese ambiente de oración, Hermana Gema, nos invitó a  entrelazar nuestras manos para hacer una danza contemplativa,  alrededor del mundo, sintiéndonos todos unidos y hermanos de todos rezamos juntos el PADRE NUESTRO.

Y como broche final hicimos una evaluación del año, gozando de tantas cosas positivas que habíamos encontrado y aprendido.

 Al mismo tiempo un grupo de nosotros manifestamos nuestro deseo de hacer una labor social y prepararnos  para ir a las misiones de la selva en algún momento concreto. Confiemos que este sueño que tenemos pueda ser pronto.

¡GRACIAS MARTA, ILIANA, GEMA Y JULIANA MARÍA, POR TODO LO QUE  HEMOS APRENDIDO Y COMPARTIDO,  

NUESTRO CORAZÓN ES  MAS MISIONERO!