jueves, 21 de enero de 2016

LEVANTATE Y ANDA

Teresita Pijoan 
Hoy la hermana Teresita Pijoan, religiosa de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús, nos comparte desde el Chad, esta experiencia.

« Levántate toma tu camilla y anda » dice Jesús al paralítico…. Estas son las palabras que escucharon un día Tocca , Jackeline y Dyna cuando se encontraron, hace unos años, con las hermanas de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús de  Baktchoro. (Chad).  Estas tres niñas discapacitadas  vivían abandonadas a su suerte en sus pueblos sin posibilidad de ir a la escuela, como los otros niños de su edad, porque no podían andar.

En un primer momento se pusieron físicamente de pie. Hace unos años, fueron operadas en el hospital de Mundou por un grupo de médicos franceses y españoles que cada año dedican parte de su tiempo de descanso a ayudar a este  hospital  en el Chad. Gracias a las sesiones de fisioterapia y a  unos  aparatos ortopédicos adecuados, pueden caminar  y desplazarse libremente sin depender de otros…












Luego, durante  cuatro años, han sido acogidas en el Centro de Discapacitados de Baktchoro donde han seguido un programa de formación adaptado a sus necesidades,  que  ha permitido a cada una descubrir sus cualidades y desarrollar sus habilidades. Puesto que provienen de distintas etnias también han aprendido a convivir entre ellas en sus diferencias.
Este final de curso Tocca, Jackeline y Dyna han terminado su ciclo de formación; regresan orgullosas a sus pueblos caminando con la ayuda de 

sus aparatos ortopédicos  con un oficio aprendido, una máquina de coser y algo de material que el Centro les proporciona con el fin de tener un medio de vida que les permita  una autonomía económica respecto a sus familias. En estos años han ido recuperando la dignidad que su discapacidad les había robado en su niñez.

En el Centro de Discapacitados de Batkchoro otras 15 jóvenes continuarán su formación el próximo curso, tienen entre 15 y 25 años. Algunas van a empezarla y hay otros casos pendientes de tratamiento médico...  todas ellas oyeron la misma voz “levántate...” y creyeron que era posible.


« Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa… » dice Jesús al paralítico. Este es el objetivo del Centro: que vuelvan a sus casas con su familia, pero ya no postradas y víctimas de su hándicap, sino  llevando su camilla, es decir, asumiendo su realidad y venciendo los frenos que ésta implica.
Este paso que en el evangelio  parece que fuera algo instantáneo, para  estas jóvenes ha sido un proceso largo que les pide una gran dosis de esfuerzo, paciencia y fe.
Ellas necesitan mucha paciencia para aceptar de fondo y vencer su hándicap, necesitan creer que pueden hacerlo, creer en sus valores, confiar en las personas que les ayudan…
Nosotras que les acompañamos necesitamos también la misma fe y paciencia para ir descubriendo con ellas las posibilidades que cada una tiene para crecer y desarrollarse como personas, de caminar a un ritmo que nos parece poco eficaz. Y la humildad de aceptar, a veces, lesiones irrecuperables y dificultades en la re inserción...
Regresan a sus casas pero ya no son las mismas de antes, algo ha cambiado en ellas. Además, como se ha hecho un camino con sus familias, la mayoría de ellas las acogen con otras actitudes.  En sus pueblos de origen ellas son fermento de un cambio de mentalidad  porque demuestran a su sociedad que tienen valor y existen medios para superar la  discapacidad.
Damos gracias a Dios por los milagros que hace en cada una de estas jóvenes y por la oportunidad que nos da de ser a la vez testigos y mediación para que esto acontezca.Teresita Pijoan


jueves, 7 de enero de 2016

INTENCIÓN MISIONERA DEL PAPA PARA EL MES DE ENERO

OMPRESS-ROMA (4-01-16) Para que mediante el diálogo y la caridad fraterna, con la gracia del Espíritu Santo, se superen las divisiones entre los cristianos, es la intención misionera o para la evangelización que propone el Santo Padre para este mes de enero.


En su reciente viaje a África, el Papa Francisco recordaba en su encuentro con las comunidades evangélicas en Bangui, República Centroafricana, el gran sufrimiento que atravesaba el país, y la respuesta unida que dando siempre los cristianos: “Este sufrimiento común y esta misión común son una ocasión providencial para progresar juntos en el camino de la unidad; y son también un medio espiritual indispensable. ¿Cómo podría el Padre rechazar la gracia de la unidad, aunque todavía imperfecta, a sus hijos que sufren juntos y que en diversas ocasiones se unen para servir a los hermanos?
Queridos hermanos, la división de los cristianos es un escándalo, porque es ante todo contraria a la voluntad del Señor. Es también un escándalo frente al odio y la violencia que desgarra a la humanidad, frente a las numerosas contradicciones que se alzan contra el Evangelio de Cristo. Por eso, y apreciando el espíritu de respeto mutuo y de colaboración que existe entre los cristianos en su país, los animo a proseguir por este camino, sirviendo juntos con caridad. Es un testimonio de Cristo, que construye la unidad.

Que, con ánimo siempre creciente y con vistas a la plena comunión que anhelamos, añadan a la perseverancia y a la caridad el servicio de la plegaria y de la reflexión en común, en búsqueda de un mejor conocimiento recíproco, de una mayor confianza y amistad”.

miércoles, 6 de enero de 2016

EPIFANIA, GRAN FIESTA MISIONERA DEL AÑO

La Epifanía es la primera y gran fiesta misionera del año
-La Epifanía es la primera y gran fiesta misionera del año. Y toda ella está marcada por el Anuncio del propio Jesús: “El tiempo ha llegado, el Reino está cerca, convertíos y creed en la Buena Noticia” (Mc 1,14). Es una Buena Noticia, por lo tanto es alegría (Muy acertado el que la primera Exhortación del Papa Francisco, queriendo iniciar una etapa nueva en la Iglesia la titulara“Evangelii Gaudium” =La alegría del evangelio)

Toda la liturgia hoy desborda alegría
 La profecía de Isaías nos describe un mundo, una sociedad en tinieblas y una luz que se abre, que se va imponiendo. Pero no una luz que deslumbra y que ciega, NO: una luz que ilumina, que marca el camino para que todos los pueblos descubran al Salvador que llega.

  •  Ese Salvador que, simbólicamente, encuentran los magos o sabios de Oriente, representantes de toda la humanidad no judía, no creyente. Después de pasar Jerusalén -donde no ha valido la pena preguntar ni buscar- dice Mateo que “al ver la estrella de nuevo, se llenaron de alegría”, seguros, ahora SI, de que iban a encontrar a quien buscaban.

  • También Pablo en la carta a los Efesios comunica gozoso a sus cristianos que Dios se ha manifestado plenamente, que él (y ellos a través de él) han conocido ese gran misterio de un Dios que ama y se manifiesta a todos, también a los paganos.
  • ¿Por qué tanta alegría? Es el salmo 71 el que nos da las pistas certeras: porque “va a regir al pueblo con justicia”, porque van a “florecer la justicia y la paz” (éstas, como dice otro salmo “se besan”, siempre van juntas), porque “librará al pobre que suplica, al afligido que no tiene protector, se apiadará del humilde e indigente, salvará la vida de los pobres, salvará de la violencia sus vidas, pues su sangre es preciosa ante sus ojos”.
             
                               

-Sí, hoy se nos anuncia a todos sin excepción que nos ha nacido un salvador en ese niño débil e indefenso que, con su débil voz, nos está gritando que Dios quiere otro mundo, uno en el que podamos ser hermanos de verdad, sin odios, ni exclusiones, sin abusos ni acaparamientos, sin corrupción… donde no excluyamos a nadie y acojamos a todos.

sábado, 2 de enero de 2016

CATEQUISTAS, PORTADORES DE MISERICORDIA

rECORDAMOS A LOS CATEQUISTAS, PORTADORES DE MISERICORDIA

MIÉRCOLES, DICIEMBRE 16, 2015
Dios es como una gran montaña de misericordia. La misericordia es de Dios y la practica Dios incansablemente con nosotros todos los días: Todos los días nos quiere, todos los días nos perdona, todos los días nos levanta de nuestra postración. Su misericordia es grande, su misericordia es inagotable, su misericordia es para siempre… 

                                 PORTADORES DE LA MISERICORDIA  
Resultado de imagen de compañia misionera del sagrado corazon de jesus san lorenzo

L
os salmos de la Biblia nos enseñan a gritar y a cantar que así es Dios. Y Jesucristo,  en su persona y en su actuación, es la transparencia de esa misericordia de Dios. Por él conocemos que creer en Dios no es saber que Dios existe, sino experimentar que Dios es todo misericordia. Y así, cuando decimos que Dios es todopoderoso, no estamos diciendo que él puede hacer a su capricho lo que quiere, sino que su bondad y su misericordia no hay quien las pueda derribar, porque él es y será siempre bueno y misericordioso. 




En el mundo hay mucha gente sin misericordia: abusan, acaparan, desprecian, matan, se aprovechan de los que son menos y pueden menos. Y las guerras y la corrupción y las desigualdades y la violencia… reflejan que esa gente sin misericordia crea redes consistentes y permanentes con las que asfixian a los otros. Pero Dios no se queda indiferente ante esa maldad.


Animando comunidades en Brasil


Dios no acapara para sí su misericordia sino que nos da a nosotros su Espíritu para que tengamos un corazón como el suyo que busca la bondad, la justicia y la defensa de los que son abusados y abandonados. Por eso hay también por todas partes muchas personas que rebosan misericordia. Esas personas caminan con Dios y hacen brillar cada día el bien a su alrededor. Y las comunidades de la Iglesia tejen también redes consistentes de esfuerzos de unos y de otros para que no se apague la llama de la misericordia de Dios. La bondad de Dios no ha desaparecido ni desaparecerá de la tierra, porque el Espíritu de Dios la recrea permanentemente.

Catequistas de Jan Chay acompañando a jóvenes

En las aldeas y poblados de los lugares donde se forman ahora nuevas comunidades cristianas, están los catequistas que reúnen al conjunto de su comunidad para escuchar la palabra, para orar juntos y para atender con la aportación de todos a los enfermos y necesitados de esas comunidades. Los catequistas son hombres y mujeres del lugar escogidos para ser puestos al frente de su comunidad y hacer de guías y de orientadores entre sus hermanos. En las situaciones de conflictos violentos tan frecuentes en esos ámbitos, los catequistas son los líderes que ayudan a perseverar a sus hermanos, y muchos de ellos han sellado con su propia sangre la firmeza y la fidelidad en el bien de su comunidad. Donde no hay buenos catequistas las comunidades se desintegran y sus miembros terminan dispersándose o vinculándose a otras confesiones. Donde hay buenos catequistas, la comunidad permanece unida porque ellos son los garantes en esa comunidad de que el Evangelio sigue allí siendo proclamado y hecho vida. Donde hay buenos catequistas las comunidades se desarrollan bien y aumenta el número de los cristianos en la misma.


Viviendo en familia. Nicaragua


Las iglesias en misión saben que tienen que cuidar la preparación de sus catequistas en jornadas y talleres de formación porque los catequistas son los animadores de la fe de sus hermanos; y saben que tienen que acompañarles, apoyarles y velar por su crecimiento espiritual porque en sus vidas se han de reflejar el  amor y la misericordia de Dios de la que ellos son portadores.

Catequista Subin  repartiendo de arroz en las comunidades de Ponsung. Tailandia

Los misioneros sacerdotes caminan de un lugar a otro, de un poblado a otro, pero saben que en esas comunidades quedan los catequistas al frente de sus hermanos. Que no falte el catequista al frente de cada comunidad en los lugares de misión. Esta Campaña de Epifanía va encaminada a dar nuestro apoyo a esas comunidades nacientes y busca  garantizarles la formación y la atención de sus catequistas.


El futuro de nuestras comunidades en Tailandia

viernes, 1 de enero de 2016

VENCE LA INDIFERENCIA Y CONQUISTA LA PAZ

Publicado por OMP España 

La indiferencia ante Dios y el prójimo es una amenaza para la paz dice el Papa Francisco en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2016


El Papa Francisco, en el mensaje para la XLIX Jornada Mundial de la Paz que se celebra el próximo 1 de enero de 2016, hace un llamamiento a las personas, las sociedades y los Estados asuperar la indiferencia hacia los demásespecialmente los más necesitados, y asumir “compromisos concretos” que promuevan una “cultura de solidaridad, misericordia y compasión”, como único camino a la paz.

En su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, Francisco afirma que “la indiferencia ante el prójimo es hija de la indiferencia ante Dios” y llama la atención sobre la indiferencia de quienes prefieren “no informarse y vivir en su bienestar”, pero también la de quienes se informan “de manera frívola”, conociendo vagamente “los dramas que afligen a la humanidad”, pero sin sentirse “comprometidas”, y sin ser capaces de vivir “la compasión”.

El Papa va más allá de la indiferencia personal, al afirmar que alcanza “la esfera pública y social”, hasta constituir una “grave falta al deber” de contribuir al bien común, “de modo particular a la paz”. Cuando la indiferencia afecta al plano institucional y se combina con “una cultura orientada a la ganancia y el hedonismo”, se llegan a justificar “políticas económicas deplorables, premonitorias de injusticias, divisiones y violencias”. En esta “globalización de la indiferencia”, no queda tampoco al margen la indiferencia respecto al ambiente natural; en este sentido, el Pontífice expresa su preocupación por las guerras pasadas o futuras “a causa de la falta de recursos o para satisfacer” su insaciable demanda.

Para dar el paso “de la indiferencia a la misericordia”, Francisco pide “la conversión del corazón” al modo de Jesús, que “se ha encarnado y se ha mostrado en todo solidario con la humanidad, menos en el pecado”, y subraya que “Él no se limitaba a enseñar la muchedumbre, sino que se preocupaba de ella, especialmente cuando la veía hambrienta o desocupada”. En la parábola del buen samaritano, Jesús enseña a sus discípulos, “a que aprendan a detenerse ante los sufrimientos de este mundo para aliviarlos, ante las heridas de los demás para curarlas, con los medios que tengan, comenzando por el propio tiempo, a pesar de tantas ocupaciones”.

Para promover una cultura de la solidaridad y la misericordia, que venza la indiferencia, el Papa ofrece caminos concretos a las familias, a los educadores, al mundo de la cultura y a los medios de comunicación. También pone ejemplos concretos de “actuaciones loables, que demuestran cómocada uno puede vencer la indiferencia si no aparta la mirada de su prójimo”. Entre ellos, menciona a “muchos sacerdotes y misioneros que, como buenos pastores, permanecen junto a sus fieles y los sostienen a pesar de los peligros y dificultades, de modo particular durante los conflictos armados”; o a las familias que han abierto “sus corazones y sus casas” para acoger a quienes tienen necesidad “como los refugiados y los emigrantes”.

Finalmente, y “en el espíritu del Jubileo de la Misericordia”, el Papa Francisco invita a que cada uno reconozca “cómo se manifiesta la indiferencia en la propia vida” y sugiere “adoptar un compromiso concreto para contribuir a mejorar la realidad”, apuntando medidas explícitas para los Estados. A éstos, el Santo Padre les pide prestar atención a los encarcelados, mejorando “las condiciones de vida en las cárceles”, dando una atención especial a “quienes están detenidos en espera de juicio”, introduciendo en las legislaciones vigentes “alternativas a la prisión” y aboliendo “la pena de muerte donde esté todavía en vigor”.

También a los Estados recomienda que respeten a los emigrantes, y pide que las legislaciones vigentes “estén inspiradas en la voluntad de acogida, en el respeto de los recíprocos deberes y responsabilidades” y se preste atención a las condiciones de residencia, “recordando que la clandestinidad corre el riesgo de arrastrarles a la criminalidad”.Francisco exhorta asimismo a los Estados a considerar que “la falta de trabajo incide gravemente en el sentido de dignidad y en la esperanza” y pide “la creación de puestos de trabajo dignos, para afrontar la herida social de la desocupación”.

Finalmente, hace un “triple llamamiento”: “para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras”; “para abolir o gestionar de manera sostenible la deuda internacional de los Estados más pobres”; y “para la adoptar políticas de cooperación (…) respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer”.


Para leer el texto completo del mensaje