ROSARIO, COMPROMETIDA CON LAS COMUNIDADES NATIVAS DE LA SELVA.

DESDE EL CORAZÓN DE CRISTO A LA MISIÓN

Mi nombre es Rosario conocí a las Hermanas de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús en el Vicariato de Yurimaguas, cuando estuve como misionera laica de la Asociación Peruana de Misioneros, todos los misioneros que trabajábamos en las diferentes misiones nos uníamos en las Asambleas vicariales que se realizaban anualmente generalmente en febrero o marzo. Estas asambleas eran muy ricas en experiencias y tratábamos de encontrar juntos los mejores caminos para la realización de la evangelización en las zonas de misión, allí conocimos a la hna. María Dolores García, de la Compañía Misionera,  quién estaba recabando información de las comunidades shawis, como nosotras estábamos a cargo de algunas comunidades shawis en nuestra zona, recabamos la información que era necesaria para su trabajo. La hermana maría dolores, tiene escrito varios tomos de la cosmovisión y cultura shawis.

Charo con las hermanas de la Compañía Misionera en San Lorenzo

Los últimos años estuve trabajando como administradora en la ONG BIOSELVA, institución  impulsada por los Salesianos para apoyar a las comunidades nativas de la Amazonía peruana en sus procesos productivos, con sede en San Lorenzo, capital de la provincia Datem del Marañón, la cual se encuentra a orillas del rio Marañón. Allí pude conocer más de cerca a las hnas. Yo recién llegaba a San Lorenzo y estábamos buscando una casa dónde vivir, en ese tiempo estaba trabajando conmigo Unai, un vasco que estuvo apoyando a BIOSELVA por un año, las hermanas al ver nuestra necesidad nos ofrecieron una casita que estaba al costado del internado indígena que ellas impulsan, la casita era perfecta, con bases de cemento, paredes de madera y techo de cielo raso con calamina  muy bien distribuida con 3 cuartos una sala y atrás en el jardín la cocina con los servicios y un pequeño almacén, la acondicionamos y quedó de maravilla. 

Mi experiencia en el trabajo con las comunidades nativas achuar en la ONG BIOSELVA, me hizo ver las necesidades de las comuniddes nativas amazónicas en educación, acceso a mercados justos, de respeto a su territorio, a la naturaleza con la cual viven en armonía, considerándola como sus hermanos y hermanas. Las hermanas de la Compañía Misionera, tienen a cargo un internado de jóvenes de las comunidades nativas donde les brindan una educación integral los acompañan y forman cómo líderes para que puedan ayudar a sus comunidades, este año se han enrumbado en recibir también a mujeres, un gran reto que estoy segura sabrán llevar adelante con la bendición de Dios, lo que he vivido me ha hecho reconocer el gran esfuerzo que durante años han realizado estas hermanas a favor de las comunidades nativas de la Amazonía y también de las comunidades mestizas, ellas llegaron muy jóvenes y dieron su vida con amor, en armonía a su carisma: Desde el Corazón de Cristo a la misión, ahora me encuentro en Lima, porque renuncié a la ONG, ya que tuve la necesidad de estudiar para poder servir mejor a las comunidades nativas, para ello estoy estudiando la maestría en Estudios Amazónicos, por eso cuando recibí la invitación de la hermana Juliana María a una reunión me sentí muy animada por su testimonio misionero.

Cha con el P. Yankuam

Fue así que el domingo 23 de junio tuvimos un compartir en la casa de las Hermanas de la Compañía Misionera del Sagrado de Jesús, cuyo tema estuvo referido al Corazón de Jesús, justamente en su mes de celebración el cual dio motivo a que nos pudieran compartir su espiritualidad.

Vimos a la luz del Documento de Aparecida cómo la Acción de Gracias a Dios que se manifiesta en su amor misericordioso nos anima a seguirle y nos proporciona la alegría de ser partícipes de su obra evangelizadora, también reflexionamos la lectura de Lucas, 15 3-7 sobre la oveja perdida haciendo mención que “… habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse” esto conjuga con la homilía del Papa Francisco en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús que define como “la fiesta del amor” ese Dios cercano que nos ama con ternura, con caricias, ese amor que se manifiesta más en las obras que en las palabras.

Charo en una comunidad candoshi del río Huitiyacu

Reflexionamos que el Corazón de Jesús debía estar lleno de amor incondicional y capaz de perdonar y abierto a nosotros los pecadores, estuvimos de acuerdo en que Jesús era nuestro amigo, confidente, padre amoroso y que existe el gran reto de ser como Él, de la necesidad de conocerlo de dejarnos amar, para poder ir “Desde el Corazón de Cristo a la misión” con ese corazón transformado en amor para amar.

Nos cuestionamos cómo podemos ser misioneros en nuestros días y nos quedaba el compromiso de ser evangelizadores en nuestra familia, amigos, trabajo, en donde estamos, nuestra misma vida era misión, por el testimonio que podemos transmitir, no podemos esperar a salir a otro lugar debemos comenzar ya y ahora es urgente la tarea evangelizadora, llevar buenas noticias a todo el mundo con mucha creatividad y alegría.

Rebeca nos compartía que ella es contadora, está casada tiene dos  hijas,  un trabajo en el cual tiene problemas porque no acepta injusticias y posiblemente le suspendan el contrato, está siguiendo una maestría y se daba tiempo para apoyar a las hermanas, es un testimonio que nos invita a arriesgarnos a no poner excusas, nosotras y nosotros sí podemos hacerlo con el ánimo de sentirnos tiernamente amados.

Al final de la jornada tuvimos un momento de oración y un compartir, y tuve una inmensa alegría de ver dos hermanas que trabajaron en San Lorenzo: la Hna. María Luisa, quién con su ternura y gran desprendimiento acompañaba y ayudaba a las personas más necesitadas en San Lorenzo, también vi a la hermana Sagrario mujer que apoyó en la salud de San Lorenzo fue la impulsadora para la construcción del Centro de salud, quiero agradecer al testimonio de todas estas mujeres que han dejado huella y siguen haciendo camino al caminar junto a las comunidades nativas y mestizas de nuestro Perú