ABRIENDO NUEVOS CAMINOS HACIA LA MISIÓN.

Por fin, llegó el domingo deseado y nos encontramos con la Hermana Juliana María, Marta y Rebeca laicas misionera,  un grupo de Amigas de la Compañía Misionera.

Marta, María Elva, Soledad, Rosario, Rebeca, Juliana María, Carmen, Delia, Ana y Nora.

 Comenzamos compartiendo las vivencias,  novedades de nuestras vidas de este tiempo que no nos habíamos visto.

Después seguimos viendo la segunda Motivación para ser Misioneros, según Aparecida y reflexionamos sobre la "Belleza del Evangelio"  y como podemos llevarlo a nuestra vida cotidiana.

Seguidamente,  se nos entregaron unas letras para construir una frase... ¡que ilusión sentíamos de ir viendo como colocar letras y letras y que se iban formando las distintas palabras! y al final la frase clave que nos motivó en la jornada. "DESDE EL CORAZÓN DE CRISTO A LA MISIÓN".



Al formar la frase, nos dimos cuenta de que cuándo estamos solos no podemos hacer nada y que cuándo nos unimos en grupo, podemos construir algo grande... y esto es lo que queremos hacer los AMIGOS Y LAICAS DE LA COMPAÑÍA MISIONERA, "EVANGELIZAR AMANDO" en nuestros distintos ambientes. 

Después de una reflexión en grupos pequeños sobre la experiencia en nuestra vida del Amor del Corazón de Cristo y una puesta común, dónde compartimos sentimientos muy profundos, la Hermana Juliana María nos habló de lo que significa

 el Sagrado Corazón de Jesús en la vida de la Compañía Misionera y lo completó con la preciosa homilía del Papa Francisco para esa fecha, que recordaba que "Lo difícil no es amar a Dios, sino dejarse amar por El".

Terminando nuestra reflexión pasamos a la capilla que junto con las hermanas tuvimos nuestra oración.

La capilla estaba adornada con una gran gigantografía en que Jesús abraza el mundo y ahí ante el mundo pusimos nuestros proyectos, ilusiones, anhelos misioneros, dificultades... y terminamos  renovando nuestra Consagración al Corazón de Jesús.

Pasamos a compartir una variada merienda, que este momento nos ayuda a irnos conociendo un poco más y a sentirnos agradecidos de pertenecer a una comunidad  misionera y seguir caminando como familia.

¡GRACIAS A TODAS POR VENIR A LA JORNADA MISIONERA!

Y SI CUÁNDO LEAS ESTO,
SIENTES EN TU CORAZÓN ALGO QUE TE HACE VIBRAR. 

¡VEN TE ESPERAMOS!