jueves, 15 de octubre de 2020

DESDE CONGO EN ESTE TIEMPO DE PANDEMIA

¿Recuerdan a Denise? Seguro que sí. Denise es una hna. congoleña que ha estado viviendo con nosotras en Perú hasta 2016, año en que se fue hacia Colombia para completar sus estudios.

Este pasado año, 2019, regresó a Congo para apoyar en el Noviciado. Desde allá, Kinchasa, nos cuenta cómo han vivido este tiempo de pandemia.


La Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús somos una congregación religiosa exclusivamente misionera que quiere abrazar con su corazón el mundo entero. 

En este abrazo, hoy, nos vamos desde Perú hasta Congo, a mirar a través de los ojos de Denise la realidad que viven nuestros hermanos congoleños allá, en este tiempo de pandemia que también nos ha unido a todos en un problema común.

Pero dejemos que sea ella misma quien nos cuente su experiencia...

Con las jóvenes de la comunidad de l Noviciado de Kinchasa
                                                   


Me han destinado para acompañar en la comunidad de Noviciado del Congo, con jóvenes en formación para ser religiosas. 

Las jóvenes tienen diversas actividades dentro y fuera de casa. Yo me integré a esa comunidad tres semanas antes de que se iniciara todo el problema de la pandemia.

Trabajamos nuestra chacra para sacar alimentos y vender productos

Como consecuencia de la pandemia cerraron todo, no pudimos hacer nada fuera de la comunidad, pero organizamos algunas actividades para aprovechar este tiempo y no vivir angustiadas: más tiempo de clases, lecturas, manualidades (pulseras, bolsos con plásticos, tarjetas), teatros; sin olvidar nuestro trabajo de siempre: gallineros, huerta y cuidado de codornices que nos ayudan a mantenernos económicamente. 

 


Criamos y vendemos pollos, huevos,...verduras







Cuando empezó la pandemia, como cerraron todo, no había misas hacíamos la celebración de la palabra cada domingo en la comunidad. Aquí podemos ver a la Hna Arlette haciendo la homilía …

Y, bueno, a pesar de todo lo que vamos viviendo de pandemia, eso no ha impedido empezar una nueva comunidad en Kimwakasa, y cuando digo “nueva” es nueva en todo sentido, empezar de nada a algo: aquí la foto del terreno…









Si Dios quiere este lugar cambiará. El ser humano, con la ayuda de Dios es capaz de cambiar su realidad.








Las hermanas empiezan acrear   lazos de amistades con la gente del pueblo, trabajan en 

el campo. Se ve que poco a poco va cambiando el lugar, primero hicieron una casita de 

tierra,  ahora tienen una nueva casa, un poco más grande

Nuestras hermanas no dejan su actividad. 
 

Antiguo Centro de Salud


Primera piedra



 






Atendiendo en el nuevo Centro de Salud














Denise Yamba  💙

CMSCJ



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