jueves, 1 de agosto de 2013

JOVEN, DIOS TIENE UN PROYECTO PARA TU VIDA. ¡DESCÚBRELO!


El último mensaje: «Dios llama a opciones definitivas, id contracorriente de lo provisional»

El último mensaje: «Dios llama a opciones definitivas, id contracorriente de lo provisional»

Los quince mil voluntarios de la JMJ de Río de Janeiro, una marea amarilla que ha hecho posible la organización de esta semana inolvidable, fueron los destinatarios del último mensaje de Francisco, más allá de las palabras protocolarias con las que, en el aeropuerto internacional Galeao/Antonio Carlos Jobim, fue despedido no por la presidenta brasileña Dilma Rousseff, como estaba previsto, sino por el vicepresidente Michel Temer, en un discurso extraordinariamente caluroso y afectuoso y con varias referencias cristianas: "Brasil ha sido un paraíso permanente" mientras el Papa lo ha visitado, proclamó.

"No olvidéis nada de lo vivido aquí", les pidió el Papa, donde "aquí" hacía referencia a la "experiencia inolvidable de fe". Ellos, quienes dedicaron su tiempo y su esfuerzo al buen resultado de la Jornada, fueron comparados con San Juan Bautista, en el sentido de que que facilitaron a miles jóvenes "tener preparado el camino para encontrar a Jesús. Y éste es el servicio más bonito que podemos realizar como discípulos misioneros: Preparar el camino para que todos puedan conocer, encontrar y amar al Señor".

A los presentes, y por extensión a todos los jóvenes (más de tres millones) presentes en la JMJ, les recordó que "Dios llama a opciones definitivas, tiene un proyecto para cada uno: descubrirlo, responder a la propia vocación, es caminar hacia la realización feliz de uno mismo. Dios nos llama a todos a la santidad, a vivir su vida, pero tiene un camino para cada uno. Algunos son llamados a santificarse construyendo una familia mediante el sacramento del matrimonio. Hay quien dice que hoy el matrimonio está ´pasado de moda´; en la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es ´disfrutar´ el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, ´para siempre´, porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente".

Y además del matrimonio, por supuesto, "el Señor llama a algunos al sacerdocio, a entregarse totalmente a Él, para amar a todos con el corazón del Buen Pastor. A otros los llama a servir a los demás en la vida religiosa, en la vida misionera, en los monasterios, dedicándose a la oración por el bien del mundo, en los diversos sectores del apostolado, gastándose por todos, especialmente por los más necesitados".

"Nunca olvidaré", evocó Francisco, "aquel 21 de septiembre –tenía 17 años- cuando, después de haber entrado en la iglesia de San José de Flores para confesarme, sentí por primera vez que Dios me llamaba".

Saudade y Aparecida

Con ese recuerdo concluyó el acto, celebrado en el Pabellón 5 de Río Centro, y el Papa se trasladó al aeropuerto, donde fue despedido oficialmente como jefe de Estado. Allí dijo que ya empezaba a sentir saudade [nostalgia] del tiempo pasado en Brasil y agradeció la ayuda de todos para que estos días fuesen, como han sido, "una verdadera experiencia de crecimiento en la fe".

"Mi último pensamiento, mi última expresión de saudade", concluyó el Papa, "se dirige a Nuestra Señora de Aparecida. En aquel amado Santuario me he arrodillado para pedir por la humanidad entera y en particular por todos los brasileños. He pedido a María que refuerce en ustedes la fe cristiana, que forma parte del alma noble de Brasil, como de tantos otros países, tesoro de su cultura, voluntad y fuerza para construir una nueva humanidad en la concordia y en la solidaridad"

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