jueves, 31 de diciembre de 2015
ORACIÓN DE FIN DE AÑO Y PRINCIPIO DE 2016
Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti
... Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto
fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que
pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores,
los más cercanos a mí y los que estén más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo,
el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazando
y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios
nuevamente te pido perdón.
En los próximos días iniciaremos un nuevo año
y detengo mi vida ante el nuevo calendario
aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios
a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno
que mi espíritu se llene sólo de bendiciones
y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que,
cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poquito de TI.
Danos un año feliz y enséñanos
a repartir felicidad.
Amén
catholic.net
domingo, 27 de diciembre de 2015
"VAMOS A DECIRLE AL MUNDO QUE QUEREMOS VIDA Y AGUA "
Carta del arzobispo de Huancayo al Papa Francisco
Deforestación en el Amazonas |
"Vamos a decirle al mundo que queremos
vida y agua"
"Qué quieres lograr, dónde vas a hallar otro hogar como este bajo las estrellas no habrá más"
Redacción, 26 de diciembre de 2015 a las 19:20
El humano el único ser pensante del planeta tierra se afana en destruir su hogar por vanidad aun sabiendo que no tiene conocido lugar en el universo donde pueda habitar
La brutal deforestación de la Amazonía |
(Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S.J., Arzobispo de Huancayo - Perú).-
Santo Padre Francisco:
Con mucha alegría le envío la copia original del vídeo clip en apoyo a la Laudato Si' y a su ministerio Petrino. Queremos que este video clip en el que SS. participa sea el regalo de Navidad de todos los que han hecho realidad este modesto aporte musical y visual. Vamos a decirle al mundo que queremos vida y agua.¡Todavía estamos a tiempo! ¡Empieza ya! Fue una inspiración de Dios y que el Arzobispado de Huancayo coordinó.
Le adjunto la letra de la canción que fue compuesta por el Sr. David Valdéz Velázquez y que es el cantante del grupo ANDÚ. Debo indicarle que la letra de la canción Queremos Vida fue compuesta hace un año. Con la Laudato Si' la canción ha cobrado una enorme actualidad. Estamos seguros que su amplia difusión.
Al final del vídeo clip podrá ver los nombres de las personas e instituciones que se sumaron al proyecto. Como podrá apreciar fue un signo de solidaridad global e incluso ecuménico por la participación de la Iglesia Presbiteriana de Missouri.
Con la oración de todos los que hicimos realidad este video clip le indicamos nuestra admiración y gratitud por sus gestos y palabras que nos acercan cada vez más a Jesús pobre y humilde, como nos hace contemplar San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales.
Santo Padre al recibir la copia original del Vídeo Clip daremos inicio oficial a la difusión por las redes sociales de las personas e instituciones que hicieron realidad este servicio "a todas las personas que habitan este mundo"
¡Feliz Navidad! y que Dios lo fortalezca con su gracia.
Con sincero aprecio en el Señor, Buen Pastor.
Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S.J.
Arzobispo de Huancayo - Perú
Aire, tierra, agua fuego!
Vamos a gritarle al mundo que queremos vida y agua
el futuro está en tus manos, no nos queda tiempo empieza ya!
Qué vas a explicar a los que vendrán, dónde está ese bosque
que en tus cuentos solo están.
Qué quieres lograr, dónde vas a hallar otro hogar como este
bajo las estrellas no habrá más.
Quiero que este canto llegue a tu razón, basta ya de nuestra
propia tierra depredar, contaminado está a punto de morir el único lugar donde existir.
Qué vas explicar a los que vendrán dónde está ese bosque que
en tus cuentos solo están.
Qué quieres lograr, dónde vas a hallar otro hogar como este
bajo las estrellas no habrá más.
Qué necesitas tú para cambiar a quien preguntarás, cuando
el último ser se extinguirá mirarás atrás y a quién reclamarás
si fue culpa tuya y de nadie más.
Vamos a gritarle al mundo que queremos vida y agua
el futuro está en tus manos, no nos queda tiempo empieza ya!
El humano el único ser pensante del planeta tierra
se afana en destruir su hogar por vanidad
aun sabiendo que no tiene conocido lugar en el universo donde pueda habitar.
sábado, 26 de diciembre de 2015
¡FELIZ NAVIDAD 2015!
NAVIDAD SUELE SER UNA FIESTA RUIDOSA:
NOS VENDRÍA BIEN
NOS VENDRÍA BIEN
UN POCO DE SILENCIO, PARA OIR LA VOZ DEL AMOR.
Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma.
La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti.
El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.
Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.
¡GRACIAS SEÑOR, POR LO VIVIDO ESTE AÑO!
Delia Door Jimeno |
Hoy nuestra Hermana laica misionera, DELIA DOOR,
nos comparte la experiencia vivida en nuestro último encuentro.
El domingo 13 de Diciembre, nos reunimos l@s Herman@s Laic@s Misioner@s para compartir nuestra experiencia y profundizar en el acontecimiento grande de la Navidad.
Iniciamos nuestra reunión con la Oración por el Año de la Misericordia escrita por nuestro Papa Francisco y obsequiada por nuestra querida Astrid para que podamos rezarla a lo largo de este jubileo.
Iniciamos nuestra reunión con la Oración por el Año de la Misericordia escrita por nuestro Papa Francisco y obsequiada por nuestra querida Astrid para que podamos rezarla a lo largo de este jubileo.
Compartiendo experiencias |
La Hermana Juliana María nos ayudó a profundizar en el sentido de la Navidad, a través de lectura de Lucas 2,1-20 que nos ayudó mucho a meternos en la escena que Lucas nos describe de forma muy sencilla y profunda.
Después nos dividimos en dos grupos para compartir las siguientes preguntas sobre la Navidad:
Los dos grupos coincidimos que la Navidad es contemplar el Misterio de la cercanía de Dios que se hace Hombre en nuestra tierra y abrir nuestro corazón para que nazca en nosotros.
Es compartir con la familia, abrirnos el uno al otro, es alegría, es renacer, dar gracias, dar gloria a Dios, acercamiento a Jesús, mejorando nuestras actitudes,
Hoy podemos acoger a Jesús, acogiendo a nuestro prójimo no solo al que nos cae bien, sino precisamente el que no nos cae, escuchar sin juzgar, dar mensajes de esperanza, de paz y tranquilidad, hablar de Dios a los demás.
Abrir nuestro corazón para entregarle todo nuestro amor, acoger a un niño de la calle para darle amor.
2 ¿Cómo puedes tú hoy acoger a Jesús?
3. ¿Cuál es el regalo que más te gustaría tener en Navidad?
4. ¿Qué podrías tú regalar a los que tienes cerca?
Los dos grupos coincidimos que la Navidad es contemplar el Misterio de la cercanía de Dios que se hace Hombre en nuestra tierra y abrir nuestro corazón para que nazca en nosotros.
Es compartir con la familia, abrirnos el uno al otro, es alegría, es renacer, dar gracias, dar gloria a Dios, acercamiento a Jesús, mejorando nuestras actitudes,
Hoy podemos acoger a Jesús, acogiendo a nuestro prójimo no solo al que nos cae bien, sino precisamente el que no nos cae, escuchar sin juzgar, dar mensajes de esperanza, de paz y tranquilidad, hablar de Dios a los demás.
Abrir nuestro corazón para entregarle todo nuestro amor, acoger a un niño de la calle para darle amor.
En el tercer punto tod@s deseamos la Paz para el mundo y para cada uno de nosotros, que todos tengan oportunidad de trabajo, que seamos más misericordiosos y podamos discernir la voluntad de Dios.
En el cuarto punto: tiempo para escuchar, ser tolerante, compresiva, amor incondicional, dar sin recibir nada, amistad, comprensión.
Luego la Hna. Juliana María nos invitó hacer una evaluación de la marcha de nuestra comunidad de este año... Hemos visto que hemos reforzado muchos lazos de amistad, de confianza y de seguir profundizando y conociendo mas el carisma y la espiritualidad de la Compañía, nos ha dado sentido de pertenencia. Siete personas han hecho el curso de Misionología y ha sido una gran ayuda en su formación. Cada un@ fue compartiendo lo que su corazón le decía.
Después pasamos a la Capilla donde la Hna. Juliana Maria nos pasó un powerpoint sobre la Navidad. Y en momento que iniciamos la oración cada uno cogía al Niñito Dios en sus manos y le daba gracias y le hacia peticiones.
Tuvimos un intercambio de regalos que nos ayudó a descubrir más las cualidades de nuestro amigo@secreto.
Tuvimos un intercambio de regalos que nos ayudó a descubrir más las cualidades de nuestro amigo@secreto.
Hermanas y laicos de la Compañía Misionera en Lima |
También tuvimos un compartir con las Hermanas de la Compañía Misionera y l@s laic@s Misioner@s donde nos invitaron un rico chocolate preparado por la Hna. Josefa, una torta que trajo nuestra querida Astrid, dónde recordamos los cumpleaños de nuestros hermanos Justo y Ana y unos ricos sanguches y empanaditas dulces y saladas.
Luego de este compartir, de pasar un hermoso día con el Señor y mis herman@s Laic@s Misioner@s y las Hermanas de la Compañía Misionera Sagrado Corazón de Jesús, quisiera decirles que pienso que si de veras los hombres nos decidiéramos a vivir el Evangelio, no sólo quedarnos con la rica experiencia de la lectura, seguro veríamos por las calles mas caras sonrientes, veríamos gente con ganas de construir, y no tan solo gente que opina y critica desde la pasividad.
Gracias Señor que me das la oportunidad de llevar Tu Palabra a la gente y eso me hace ser feliz.
Gracias te doy, Señor en tu cumpleaños por saberte siempre vivo en la gente; ayúdanos a descubrirte.
Que en esta Navidad aprendamos a decir también gracias a quienes tenemos a nuestro lado, por compartir con nosotros la vida.
Que el Señor nos ilumine en esta Navidad,
para que seamos laicos comprometidos
con nuestra comunidad y nuestros hermanos del mundo entero.
jueves, 24 de diciembre de 2015
FELIZ NAVIDAD LES DESEAMOS A TOD@S DE COMPAÑÍA MISIONERA
Navidad
Llegas precisamente ahora
sin avisar tu itinerario.
¡Alguien te espera sin saberlo
en la cueva de su pregunta!
Llegas en la hora inevitable,
urgente, de un parto maduro.
¡Habrá quien te acoja y detenga
su agenda compulsiva!
Llegas en las fronteras
de la ciudad y del saber.
¡Hay un hueco frío en la cultura
como en la noche de Belén!
Llegas como misterio
ante dogmas y consignas.
¡Abre nuestro «no saber»
por donde puedas entrar!
Llegas desde el Sur,
mestizo, balbuciente.
¡Muchos se atreverán
a oírte y a quererte!
Llegas con la debilidad
de un riesgo infinito.
¡Algunos se perderán contigo
amando hasta el abismo!
Llegas universal en el don
sin medida de ti mimo.
¡A todos nos piden las entrañas
un encuentro sin orillas!
domingo, 20 de diciembre de 2015
4º DOMINGO DE ADVIENTO: RASGOS DE MARÍA
Evangelio según San Lucas 1,39-45.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Dichosa tú que has creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Dichosa tú que has creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
La visita de María a Isabel le permite al evangelista Lucas poner en contacto al Bautista y a Jesús antes incluso de haber nacido. La escena está cargada de una atmósfera muy especial. Las dos van a ser madres. Las dos han sido llamadas a colaborar en el plan de Dios. No hay varones. Zacarías ha quedado mudo. José está sorprendentemente ausente. Las dos mujeres ocupan toda la escena.
María que ha llegado aprisa desde Nazaret se convierte en la figura central. Todo gira en torno a ella y a su Hijo. Su imagen brilla con unos rasgos más genuinos que muchos otros que le han sido añadidos posteriormente a partir de advocaciones y títulos más alejados del clima de los evangelios.
- María, «la madre de mi Señor». Así lo proclama Isabel a gritos y llena del Espíritu Santo. Es cierto: para los seguidores de Jesús, María es, antes que nada, la Madre de nuestro Señor. Este es el punto de partida de toda su grandeza. Los primeros cristianos nunca separan a María de Jesús. Son inseparables. «Bendecida por Dios entre todas las mujeres», ella nos ofrece a Jesús, «fruto bendito de su vientre».
- María, la creyente. Isabel la declara dichosa porque «ha creído». María es grande no simplemente por su maternidad biológica, sino por haber acogido con fe la llamada de Dios a ser Madre del Salvador. Ha sabido escuchar a Dios; ha guardado su Palabra dentro de su corazón; la ha meditado; la ha puesto en práctica cumpliendo fielmente su vocación. María es Madre creyente.
- María, la evangelizadora. María ofrece a todos la salvación de Dios que ha acogido en su propio Hijo. Esa es su gran misión y su servicio. Según el relato, María evangeliza no solo con sus gestos y palabras, sino porque allá a donde va lleva consigo la persona de Jesús y su Espíritu. Esto es lo esencial del acto evangelizador.
- María, portadora de alegría. El saludo de María contagia la alegría que brota de su Hijo Jesús. Ella ha sido la primera en escuchar la invitación de Dios: «Alégrate… el Señor está contigo». Ahora, desde una actitud de servicio y de ayuda a quienes la necesitan, María irradia la Buena Noticia de Jesús, el Cristo, al que siempre lleva consigo. Ella es para la Iglesia el mejor modelo de una evangelización gozosa.
Jose Antonio Pagola.
sábado, 19 de diciembre de 2015
JUBILEO DE LA MISERICORDIA.
El Papa Francisco, en el Año de la Misericordia, nos invita a ser "Artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación, expertos de la misericordia"
“El Jubileo de la Misericordia nos recuerda que Dios nos espera con los brazos abiertos, como hace el padre con el hijo pródigo” tweet del papa Francisco del 29 de noviembre en la República Centroafricana.
El día 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el papa Francisco ha inaugurado solemnemente el Año santo de la misericordia para toda la Iglesia universal. Previamente el Papa quiso tener un gesto muy significativo: el 29 de noviembre -primer domingo de Adviento- abrió la Puerta Santa en la Catedral de Bangui, República Centroafricana, inaugurando así el Año santo en ese país.
El Papa había planteado su viaje pastoral a África presentándose a sí mismo como “peregrino de la paz y de la reconciliación” y con este gesto afirmaba que venía a traer “no oro ni plata” (Hch 3,6), sino “la fuerza y el poder de Dios que curan al hombre, lo levantan y lo hacen capaz de comenzar una nueva vida” para poder “cruzar a la otra orilla” (Lc 8,22).
Al inicio del Año santo de la misericordia para toda la Iglesia universal es importante recordar este gesto del Papa en la República Centroafricana. En un país que está sufriendo la violencia, la inseguridad y la guerra, el Papa fue desarmado y con la sola fuerza de su palabra y de su testimonio a decir que es posible pasar de la violencia a la convivencia pacífica. “Esto supone estar más cerca de nuestros hermanos y hermanas, e implica un espíritu de comunión […] siendo testigos de la infinita misericordia de Dios”.
El papa Francisco recordó que Jesús enseña que “el Padre celestial hace salir su sol sobre malos y buenos (Mt 5,45)”, por eso “después de haber experimentado el perdón, tenemos que perdonar. Esta es nuestra vocación fundamental”. De una manera especial pidió que los agentes de evangelización “sean ante todo artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación, expertos de la misericordia”, porque es la única manera en que podrán ayudar a “cruzar a la otra orilla”, a abandonar la violencia para vivir en el amor. Y les recordó que “el secreto de nuestra fuerza, de nuestra esperanza, de nuestra alegría […] tienen su fuente en Dios”. También “a todos los que empuñan injustamente las armas de este mundo” les lanzó un llamamiento a deponer los “instrumentos de muerte” y armarse de “la justicia, el amor y la misericordia, garantías de auténtica paz”.
Es imposible no recordar a los numerosos misioneros y misioneras en todo el mundo que son auténticos “misioneros de la misericordia”, incluso dando su vida como los recientemente beatificados misioneros mártires de Chimbote (Perú). Los misioneros, al igual que el papa Francisco, no tienen “ni oro ni plata” para dar sino solamente el testimonio de sus vidas llenas de la misericordia de Dios. El Papa recordaba en Bangui: “Discípulos de Cristo, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos […] la vocación de ustedes es la de encarnar el corazón de Dios en medio de sus conciudadanos”, es la vocación de toda la Iglesia misionera. La misión que se nos propone a todos para este Año santo de la misericordia es que seamos “misericordiosos como el Padre celestial es misericordioso” (Lc 6,30), más aún -en palabras del papa Francisco-, “artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación, expertos de la misericordia”.
Juan Martínez
Obras Misionales Pontificias
|
lunes, 14 de diciembre de 2015
EXPERIENCIA MISIONERA DE LA HERMANA ELVIRA BOSCH EN KINSHASA
viernes, 11 de diciembre de 2015
¿POR QUÉ UN JUBILEO DE LA MISERICORDIA?
¿Por qué un Jubileo de la Misericordia?
Papa Francisco se explica. Nada es más importante que elegir “lo que a Dios más le agrada”, ¡su misericordia!
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
Ayer abrí aquí, en la Basílica de San Pedro, la Puerta Santa del Jubileo de la Misericordia, tras haberla abierto ya en la catedral de Bangui, en Centroáfrica. Hoy quisiera reflexionar junto a vosotros sobre el significado de este Año Santo, respondiendo a la pregunta: ¿por qué un jubileo de la Misericordia?
La Iglesia necesita este momento extraordinario. En nuestra época de profundos cambios, la Iglesia está llamada a ofrecer su contribución peculiar, haciendo visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Y el Jubileo es un tiempo favorable para todos nosotros, porque contemplando la Divina Misericordia, que supera todo límite humano y resplandece en la oscuridad del pecado, podamos llegar a ser testigos más convincentes y eficaces.
Volver la mirada a Dios, Padre misericordioso, y a los hermanos necesitados de misericordia, significa poner la atención en el contenido esencial del evangelio: Jesucristo, la Misericordia hecha carne, que hace visible a nuestros ojos el gran misterio del Amor trinitario de Dios. Celebrar un Jubileo de la Misericordia equivale a poner de nuevo en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades lo específico de la fe cristiana.
Un Año Santo, por tanto, para vivir la misericordia. Sí, queridos hermanos y hermanas, este Año Santo se nos ofrece para experimentar en nuestra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios, su presencia junto a nosotros y su cercanía sobre todo en los momentos de mayor necesidad.
Este Jubileo, en resumen, es un momento privilegiado para que la Iglesia aprenda a elegir únicamente “lo que a Dios más agrada”. ¿Y qué es lo que “a Dios más le agrada”? Perdonar a sus hijos, tener misericordia de ellos, para que ellos puedan a su vez perdonar a los hermanos, resplandeciendo como antorchas de la misericordia de Dios en el mundo. Queridos hermanos y hermanas, el Jubileo será un “tiempo favorable” para la Iglesia si aprendemos a elegir “lo que a Dios más le agrada”, sin ceder a la tentación de pensar que haya alguna otra cosa más importante o prioritaria. Nada es más importante que elegir “lo que a Dios más le agrada”, ¡su misericordia!
También la necesaria obra de renovación de las instituciones y estructuras de la Iglesia es un medio que nos debe conducir a hacer la experiencia viva y vivificadora de la misericordia de Dios que, sola, puede garantizar a la Iglesia ser esa ciudad puesta sobre un monte que no puede permanecer escondida (cfr Mt 5,14). Si debiésemos, aunque sea un solo momento, olvidar que la misericordia es “lo que a Dios le gusta más”, cada esfuerzo nuestro sería vano, porque nos convertiremos en esclavos de nuestras instituciones y nuestras estructuras, aunque estén renovadas.
“Sentir fuertemente en nosotros la alegría de ser reencontrados en Jesús que como Buen Pastor ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos” (Homilía de las primeras Vísperas del Domingo de la Divina Misericordia, 11 de abril 2015). Este es el objetivo que la Iglesia se pone en este Año Santo. Así reforzaremos en nosotros la certeza de que la misericordia pueda contribuir realmente a la edificación de un mundo más humano. Especialmente en estos tiempos nuestros, en los que el perdón es un huésped raro en los ámbitos de la vida humana, la llamada a la misericordia se hace más urgente en todas partes: en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia.
Cierto, alguno podría objetar: “pero, padre, la Iglesia, en este Año, ¿no deberíamos hacer algo más? Es justo contemplar la misericordia de Dios, pero hay necesidades más urgentes”. Es verdad, hay mucho que hacer, y yo mismo no me canso de recordarlo. Pero es necesario tener en cuenta que, en la raíz del olvido de la misericordia está siempre el amor propio. En el mundo, esto toma la forma de la búsqueda exclusiva de los propios intereses, de placeres y honores unidos al querer acumular riquezas, mientras en la vida de los cristianos se disfraza a menudo de hipocresía y de mundanidad. Los motivos del amor propio, que convierten en extraña la misericordia en el mundo, son tantos y tan numerosos que, a menudo, no somos capaces de reconocerlos como límites y como pecado. Esta es la razón por la que es necesario reconocernos como pecadores, para reforzar en nosotros la certeza de la misericordia divina.
Queridos hermanos y hermanas, espero que, en este Año Santo, cada uno de nosotros haga experiencia de la misericordia de Dios, para ser testigos de “eso que a él le gusta más”. ¿Es de ingenuos creer que esto pueda cambiar el mundo? Sí, humanamente hablando es de locos, pero lo que es “necedad de Dios es más sabio que los hombres y lo que es debilidad de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Cor 1,25).
|
martes, 8 de diciembre de 2015
MARÍA DE NAZARET
Una imagen y un poema para este día especial en que queremos recordar a María. La imagen, de
Sieger Koder, S.J., el poema, de Benjamín González Buelta. Ambos dicen mucho y dicen todo. Les invitamos a orar con ello.
MARÍA DE NAZARET
María era joven
pobre y virgen,
en un pueblo
patriarcal.
Campesina de
provincia,
galilea, tierra de
sospecha
para un israelita
de ley.
Cuando María se
miraba
en los ojos de la
aldea,
se veía pequeña,
como toda mujer.
Cuando Dios Amor
contemplaba a
María,
la encontraba
única.
María se
acostumbró a sentir
cómo la mirada de
Dios
se posaba sobre su
rostro,
y aprendió a verse
con los ojos
mismos de Dios.
María se preparaba
así
para lo imposible.
“¿Cómo se hará
esto en mí?”
¿Podría haber una
vida nueva
sin hombre pero no
sin mujer ?
La imposibilidad
de María
era la posibilidad
de Dios.
Toda María era
virginal,
sin interferencias
posesivas,
pura acogida de la
vida
que el Señor de la
historia
quería inaugurar
en la tierra.
Cuando María dijo:
“Hágase en mí
según tu palabra”,
la palabra empezó
a hacerse carne
en sus entrañas,
una existencia
toda ella
venida de lo alto.
Y fue tan acogida
que toda se hizo
de la tierra.
Entonces dijo
María:
“Proclama mi alma
la grandeza del
Señor,
mi espíritu
festeja
a Dios mi
salvador”.
El sí de María
abrió
el abajo de la
historia,
y la humildad de
Dios
entró con toda su
pureza
sin que la más
mínima mella
quebrara sus
perfiles
ni manchara de
inhumano
la novedad de sus
ofertas.
Benjamín González Buelta SJ
El rostro femenino del Reino (Sal Terrae)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)