Una imagen y un salmo, para ayudarnos a rezar en el día de hoy...De nuevo la liturgia nos regala este hermoso pasaje del Evangelio: Lc 7, 36 ss.
Las miradas, de Jesús, de la mujer, del fariseo...
Ora y contempla.
EL LLANTO DE LA PECADORA
La mujer arrastraba un fardo
de sensaciones alquiladas.
Ya solo se sentía valer
cuando su cuerpo hermoso
tenía precio y era ajeno
en las sombras de la noche.
En las calles llenas de sol,
ríos de miradas llegaban a su piel
rasgando su túnica rosada
y empujando su vida hacia el abismo.
Jesús, con una sola mirada,
detuvo la catarata en su caída,
y al vértigo le nacieron alas.
Por el mismo socavón
donde la vida de la mujer se había roto
y su misterio en ascuas le dolía,
brotaba ahora un manantial
de oleadas dulces suyas.
El agua le llegó hasta los ojos,
y se le nubló de dicha la mirada.
Cayó a los pies de Jesús
con toda su verdad nueva
hecha llanto incontenible.
¿Cómo unas lágrimas tan puras
podían contaminar al justo?
No veía el fariseo hospitalario,
varón de ritos y de leyes, que en las lágrimas de la mujer
Jesús también lloraba.
No veía Simón
que ahora en los labios de una mujer
el Espíritu besaba.
B.G.Buelta. S.J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario