Iniciamos una nueva etapa con los laic@s de La Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús. Tuvimos nna rica jornada el domingo.¡¡¡¡ Gracias a todas las que lo hicieron posible!!!!!
Nos
reunimos este domingo tan especial en nombre del CORAZÓN DE JESÚS, iniciamos
con la oración que nos motivó a reflexionar sobre la presencia del Corazón de
Jesús en nuestras vidas, y
al compartir coincidimos en que su
presencia era muy clara algunas veces y en otras, sin darnos cuenta, pero al
profundizar encontrábamos su compañía, amor
ayuda, misericordia.
En
el desarrollo del tema Rosa Mary nos impactó con su manera sencilla, profunda, alegre, muy
Ignaciana y misionera al referirse al Sagrado Corazón de Jesús.
Empezó
con la frase de San Ignacio “El que dé
los ejercicios espirituales, procure no molestar
al espíritu santo, cuanto más instrumento pobre sea, mejor”, compartió
su experiencia espiritual y nos invitó a reflexionar sobre:
-Lo
importante no es compartir teoría
-Hay
que gustar y sentir espiritualmente; eso
es gracia de Dios
-Para
ser contemplativos en la acción hay que vivir el aquí y ahora, vivir
despacio, vivir con paz y amor.
En
cuanto a la oración, es
importante buscar un rato para orar, pero no es “hacer oración” sino ser
conscientes de que “Yo
soy oración” porque somos templo del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hay
que ser sensibles cuando el Espíritu arde, allí está el
Corazón de
Jesús y hay alegría y paz; también a lo que vivimos en lo rutinario y pequeño.
Hay
que unificarnos en Cristo para experimentar “en Él vivo, siento, me muevo y
existo “
Hacer
el examen de discernimiento en la noche con la pregunta ¿Dónde descubro a
Dios?
No
juzgar en lo malo porque Dios siempre perdona, ni
tener presente lo negativo, sino
poder todo en el Corazón de Jesús.
Rescatar
todos los pensamientos positivos
porque Dios nos ama muchísimo y pedirle que aumente nuestra fe y podamos acoger
su amor. Recordar que Él nos dijo “mi
vida nadie me la quita, la entrego libremente”
Hay
que vivir con alegría ser agradecidos y estar en paz, para descubrir en uno
mismo cuando el Corazón arde del espíritu de Dios, no hay que compararse con
nadie porque el amor de Dios es más fuerte que nuestra debilidad. Pedirle que
no seamos ajenos al sufrimiento de nadie.
Tener
en cuenta para decidir: “Lo que huela más
a humanidad es lo correcto”, porque
Dios nos dice “No temas estoy contigo,
levántate y camina”.
Una
oración con distracción también es oración, lograr
tener consciencia que los deseos profundos son de Dios.
Luego
compartimos nuestro “almuerzo misionero” siempre lleno de variedad, sabor y
mucha hermandad.
Concluimos
con la oración compartida con las hermanas de la Compañía, lo que nos llena de
fortaleza espiritual y mucho amor.
Siempre
muy agradecidas por todas las bendiciones recibidas y el compromiso de ser
testigos del amor de Dios.
Gladys
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