¿Recuerdan a Denise? Seguro que sí.
Denise es una hna. congoleña que ha estado viviendo con nosotras en Perú hasta
2016, año en que se fue hacia Colombia para completar sus estudios.
Este pasado año, 2019, regresó a Congo
para apoyar en el Noviciado. Desde allá, Kinchasa, nos cuenta cómo han vivido
este tiempo de pandemia.
La Compañía Misionera del Sagrado
Corazón de Jesús somos una congregación religiosa exclusivamente misionera que
quiere abrazar con su corazón el mundo entero.
En este abrazo, hoy, nos vamos
desde Perú hasta Congo, a mirar a través de los ojos de Denise la realidad que
viven nuestros hermanos congoleños allá, en este tiempo de pandemia que también
nos ha unido a todos en un problema común.
Pero dejemos que sea ella misma quien nos cuente su experiencia...
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Con las jóvenes de la comunidad de l Noviciado de Kinchasa
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Me han destinado para
acompañar en la comunidad de Noviciado del Congo, con jóvenes en formación para
ser religiosas.
Las jóvenes tienen diversas actividades dentro y fuera de casa.
Yo me integré a esa comunidad tres semanas antes de que se iniciara todo el problema de la pandemia.
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Trabajamos nuestra chacra para sacar alimentos y vender productos
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Como consecuencia de la
pandemia cerraron todo, no pudimos hacer nada fuera de la comunidad, pero
organizamos algunas actividades para
aprovechar este tiempo y no vivir angustiadas: más tiempo de clases, lecturas,
manualidades (pulseras, bolsos con plásticos, tarjetas), teatros; sin olvidar
nuestro trabajo de siempre: gallineros, huerta y cuidado de codornices que nos
ayudan a mantenernos económicamente.
Criamos y vendemos pollos, huevos,...verduras
Cuando empezó la pandemia, como cerraron todo, no había misas
hacíamos la celebración de la palabra cada domingo en la comunidad. Aquí
podemos ver a la Hna Arlette haciendo la homilía …
Y, bueno, a pesar de
todo lo que vamos viviendo de pandemia, eso no ha impedido empezar una nueva comunidad en Kimwakasa, y cuando digo “nueva” es nueva en todo sentido, empezar
de nada a algo: aquí la foto del terreno…
Si Dios quiere este
lugar cambiará. El ser humano, con la ayuda de Dios es capaz de cambiar su
realidad.Las hermanas empiezan acrear lazos de amistades con la gente
del pueblo, trabajan en el campo. Se ve que poco a poco va cambiando el lugar,
primero hicieron una casita de
tierra,
ahora tienen una nueva casa, un poco más grande
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Nuestras hermanas no dejan su actividad.
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Antiguo Centro de Salud
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Primera piedra |
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Atendiendo en el nuevo Centro de Salud
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Denise Yamba 💙
CMSCJ