Dice A. chércoles, S.J. en su libro "Las Bienaventuranzas, Corazón del Evangelio":
"El culto al deseo y su realización inmediata es una regresión a mecanismos infantiles. Seguimos con el esquema estímulo-respuesta, regido por el principio del placer. Todo esto impide que la persona surja en niveles más evolucionados. Así no podemos saber ni lo que queremos, y lo que se produce es un desmenuzamiento del yo. No es posible concebir grandes empresas por las que la vida merece sacrificarse...todo y ahora... El yo ha sido ya pulverizado en tendencias parciales. Pero esto nos incapacita para la responsabilidad social, en servicio mutuo, imposibilitando la sociabilidad, pues nos hemos convertido en un conglomerado de moléculas personalizadas."
Nos está hablando de cómo somos las generaciones de hoy en día, que deseamos todo, ya, sin esfuerzo, sin sufrimiento...esto nos incapacita para una entrega, por los demás, por la sociedad, por este planeta agonizante que estamos fulminando poco a poco...Para pensar. Hay respuestas, hay cambios que se pueden realizar. primero: darme cuanta de que es así y que yo formo parte de esto.
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