NUESTRA LAICA, GLADYS CRIBILLERO, NOS DESCRIBE SU EXPERIENCIA VIVIDA EN EL ENCUENTRO DE LA JORNADA MISIONERA DE LAICOS Y JÓVENES.
Grupo de Laicos Misioneros. Gladys Cribillero es la primera de rodillas a la izquierda. |
Nuestro
encuentro empezó con una oración profunda para sentir la presencia de Jesús
dentro y con nosotros, a manera de prepararnos en esta etapa deL adviento.
Compartimos nuestra vida a través de testimonios muy particulares donde pudimos tocar el corazón del otro, por la apertura, el ambiente de respeto y acogida que vamos estrechando lazos que nos unen y ayudan a tener el valor para seguir luchando y queriendo hacer siempre la voluntad de Dios en nuestra vida diaria.
Todos compartimos la alegría de reencontrarnos y alimentarnos espiritual y fraternalmente en este grupo de Laic@s misioner@s, porque aprendemos a conocer más a Jesús y el Carisma de la Compañía Misionera y el testimonio vivo que encontramos en las hermanas religiosas-misioneras quienes son fuente de inspiración,
por su entrega generosa que nos llena de alegría y admiración, al mismo tiempo nos interpela, cuestiona y alienta a ser testimonio donde nos encontremos: familia, trabajo, vecinos...
La riqueza de compartir nuestra vida nos llevó toda la mañana, luego el “compartir el pan” en el almuerzo, como la gran familia que vamos creciendo, nos dio las energías para continuar en la tarde con la celebración del significado de la “Navidad Misionera con los jóvenes misioneros”, lo que nos renovó al compartir las nuevas ideas sobre la Navidad.
Descubrimos como los jóvenes a
pesar de tantos retos siguen creyendo en el cambio de la sociedad a partir de experiencias concretas. Nos dejó mucha esperanza de volver a empezar un nuevo año con fe, en que realmente Jesús nazca en nuestros corazones y seamos los testigos de su amor en este mundo desde nuestras realidades concretas.
La Hermana Inmaculada Díaz que ha estado tres años en Haití, nos compartió su experiencia vivida y como se celebra en ese país la Navidad.
Y también la Hermana Panna Gamit, de India, nos compartió como se vive en su país. El conocer estos testimonios de la India y Haití, nos cuestionan y permite reconocer que tenemos muchos regalos por los que debemos dar gracias a Dios cada día, desde lo más sencillo y también lo bueno y no tan bueno que nos suceda, el lograr confiar en Dios en todo momento es nuestro mayor regalo que tenemos y podemos ofrecer a los demás.
Compartimos nuestra vida a través de testimonios muy particulares donde pudimos tocar el corazón del otro, por la apertura, el ambiente de respeto y acogida que vamos estrechando lazos que nos unen y ayudan a tener el valor para seguir luchando y queriendo hacer siempre la voluntad de Dios en nuestra vida diaria.
Todos compartimos la alegría de reencontrarnos y alimentarnos espiritual y fraternalmente en este grupo de Laic@s misioner@s, porque aprendemos a conocer más a Jesús y el Carisma de la Compañía Misionera y el testimonio vivo que encontramos en las hermanas religiosas-misioneras quienes son fuente de inspiración,
por su entrega generosa que nos llena de alegría y admiración, al mismo tiempo nos interpela, cuestiona y alienta a ser testimonio donde nos encontremos: familia, trabajo, vecinos...
La riqueza de compartir nuestra vida nos llevó toda la mañana, luego el “compartir el pan” en el almuerzo, como la gran familia que vamos creciendo, nos dio las energías para continuar en la tarde con la celebración del significado de la “Navidad Misionera con los jóvenes misioneros”, lo que nos renovó al compartir las nuevas ideas sobre la Navidad.
Yanira Oria dirigiendo una dinámica al grupo de jóvenes y laicos. |
Descubrimos como los jóvenes a
pesar de tantos retos siguen creyendo en el cambio de la sociedad a partir de experiencias concretas. Nos dejó mucha esperanza de volver a empezar un nuevo año con fe, en que realmente Jesús nazca en nuestros corazones y seamos los testigos de su amor en este mundo desde nuestras realidades concretas.
Hermana Inmaculada nos compartió su experiencia en Haití. |
Hermana Panna comparte su experiencia de India. |
Y también la Hermana Panna Gamit, de India, nos compartió como se vive en su país. El conocer estos testimonios de la India y Haití, nos cuestionan y permite reconocer que tenemos muchos regalos por los que debemos dar gracias a Dios cada día, desde lo más sencillo y también lo bueno y no tan bueno que nos suceda, el lograr confiar en Dios en todo momento es nuestro mayor regalo que tenemos y podemos ofrecer a los demás.
Jóvenes y Laicos compartiendo experiencias navideñas. |
Una reflexión que nos dieron los jóvenes es el ser creativos y no tener miedo, para hablar de Jesús y ser coherentes para acoger a los amigos, vecinos, familias, desde su realidad para llevarles a Jesús.
Nuestra oración ante el Niño, junto con las hermanas, nos recordó como Jesús nace para todos los pueblos y a través de los cantos de Panna en gujerati de India y de Yeni, en quechua de nuestro Perú, nos sentimos llamados a ir al mundo entero para poder anunciar a todos el gran regalo que Dios nos hace de Jesús, que nace para todos. Y al final de la oración terminamos cantando y bailando alrededor del Niño, "esta Noche Jesús ha nacido", sintiéndonos unidas a todos los pueblos del mundo.
Finalizamos disfrutando juntos de una rica chocolatada con panetón.
Grupo de hermanas, laicas y jóvenes de nuestro encuentro navideño. FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO 2015 |
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