El líder indígena awajún Santiago Manuin fue elegido como ganador del Premio de Derechos Humanos “Angel Escobar Jurado”, por el Consejo Directivo Nacional de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).
Santiago Manuin Valera es el jefe de los apus de las cinco cuencas de Santa María de Nieva, en Amazonas, Presidente del Consejo Permanente de Pueblos Awajún-Wampis y es un reconocido líder indígena que lucha por la defensa del territorio indígena y el medioambiente. Además, tuvo formación en derechos humanos en la Universidad de Deusto, en España, y en la Organización de Naciones Unidas, en Ginebra.
El apu Santiago Manuin, durante las protestas indígenas de junio del 2009 que originaron el Baguazo, fue gravemente herido de bala durante el desalojo en la Curva del Diablo y fue declarado muerto. Actualmente afronta un proceso histórico ya que es acusado como responsable del Baguazo y el estado peruano busca sentenciarlo a cadena perpetua. No obstante, a 5 años del Baguazo, Santiago Manuin no ha dejado de denunciar a los verdaderos responsables del Baguazo y pedir justicia nacional e internacional para su pueblo.
Discurso de SANTIAGO MANUIN, al recoger Premio Nacional de
DD.HH. (Lima, 10.12.14)
Buenas tardes. Agradezco sinceramente a la
Comisión Organizadora y a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos por
considerarme para este Premio Nacional de Derechos Humanos Ángel Escobar
Jurado.
Sinceramente, si lo
acepto es en nombre de mi Pueblo Awajún Wampís,
y concretamente en nombre de la Organización del Consejo Permanente de
los Pueblos Awajun Wampis – CPPAW.
Yo no soy la persona importante de este Premio, más importante son los que siempre me han acompañado : Pienso en mis padres, que me enseñaron a crecer valorando cada rincón del bosque, pienso en los jesuitas que me enseñaron a leer y a pensar, pienso en mi esposa que no se cansa de sostenerme cada día en mi enfermedad y en mis hijos que trato de educar, pienso en tantos paisanos míos que me empujan para seguir luchando. Con ellos asumí el servicio que mi Pueblo me ha encomendado. Sinceramente son ellos los que han marcado mi pobre vida y se merecen este Premio. Aunque lo hago libremente, lo que yo hago es responder a ese pueblo mío que me llama y confía en mí. Y por encima de todo, respondo a nuestro Gran Ajutap, Dios nuestro, que está presente en nuestra lucha, que me llama y acompaña, y en quien confío plenamente. A ellos entrego este Premio.
Yo no soy la persona importante de este Premio, más importante son los que siempre me han acompañado : Pienso en mis padres, que me enseñaron a crecer valorando cada rincón del bosque, pienso en los jesuitas que me enseñaron a leer y a pensar, pienso en mi esposa que no se cansa de sostenerme cada día en mi enfermedad y en mis hijos que trato de educar, pienso en tantos paisanos míos que me empujan para seguir luchando. Con ellos asumí el servicio que mi Pueblo me ha encomendado. Sinceramente son ellos los que han marcado mi pobre vida y se merecen este Premio. Aunque lo hago libremente, lo que yo hago es responder a ese pueblo mío que me llama y confía en mí. Y por encima de todo, respondo a nuestro Gran Ajutap, Dios nuestro, que está presente en nuestra lucha, que me llama y acompaña, y en quien confío plenamente. A ellos entrego este Premio.
Santiago Manuin en una de las sesiones del juicio de Bagua |
Uds. ya saben que
yo y muchos compañeros estamos
siendo procesados por lo que pasó en el “bagüazo”. Para mí el Fiscal pide cadena perpetua. Con mucho sufrimiento, paciencia y pérdidas de todo tipo, estamos
esperando una justa sentencia. Creo que
Uds. también lo esperan, igual que mucha gente del país y del extranjero que conocieron los hechos a fondo. Por mi parte, yo no me avergüenzo ni
arrepiento por el Paro que organizamos.
Lo volveremos a hacer siempre y cuando veamos amenazado nuestro territorio y no nos hagan ningún caso por la vía legal. Asumo el Paro pacífico, pero no la masacre que siguió. Más que las balas y mi enfermedad, me duele no ver procesados a los responsables de esta MASACRE.
Santiago Manuin baleado en el Baguazo |
Lo volveremos a hacer siempre y cuando veamos amenazado nuestro territorio y no nos hagan ningún caso por la vía legal. Asumo el Paro pacífico, pero no la masacre que siguió. Más que las balas y mi enfermedad, me duele no ver procesados a los responsables de esta MASACRE.
En este foro de los DD.HH., quiero recalcar
que nuestra lucha por los DD.HH.no es la del
“perro del hortelano”. Nosotros
no estamos en contra de las ayudas del Estado ni de las inversiones. Simplemente
queremos estudios a fondo y que nos consulten de verdad. Tenemos
sabiduría que da una experiencia
de cientos de años en este territorio. Es
triste decirlo, pero la selva es un cementerio de proyectos, mal diseñados y
peor ejecutados. Hay excepciones, pero
así es. Nosotros reclamamos con razón, porque somos
nosotros los que después cargamos
con el fracaso cuando los inversionistas y sus técnicos se retiran… Nosotros, repito, sí queremos apoyos para mejorar nuestra
educación, nuestra salud, nuestra producción, eso es verdad; pero
exigimos que se haga a partir de lo que somos y tenemos, sobre todo que
se respete nuestro territorio, porque ése es nuestra gran escuela, nuestro
supermercado, nuestra farmacia natural, nuestro templo que no tiene paredes
pero está lleno de seres vivos.
No rechazamos el diálogo con el Estado y con quien sea, pero diálogo transparente con representante comprometidos con los intereses de las mayorías. ¿Por qué? Porque somos como una gran familia repartida en un solo territorio, y todo lo que se hace en un rincón, repercute en todos los demás. Pero que quede claro: no somos fanáticos de nuestra cultura como si fuera la única y la mejor ; no estamos rechazando el desarrollo como dicen algunos… Fíjense que yo no traigo corona ni vestimenta para recalcar orgullosamente mis derechos como awajun, y, aunque no domino el castellano, yo no les hablo en mi idioma pidiendo un intérprete, como podría ser también mi derecho. No. Sabemos apreciar, aprender, acomodarnos a otras culturas. Creemos en la interculturalidad en este mundo globalizado. Esto tiene que quedar claro para todos los que no nos conocen o no quieren conocernos como somos.
No rechazamos el diálogo con el Estado y con quien sea, pero diálogo transparente con representante comprometidos con los intereses de las mayorías. ¿Por qué? Porque somos como una gran familia repartida en un solo territorio, y todo lo que se hace en un rincón, repercute en todos los demás. Pero que quede claro: no somos fanáticos de nuestra cultura como si fuera la única y la mejor ; no estamos rechazando el desarrollo como dicen algunos… Fíjense que yo no traigo corona ni vestimenta para recalcar orgullosamente mis derechos como awajun, y, aunque no domino el castellano, yo no les hablo en mi idioma pidiendo un intérprete, como podría ser también mi derecho. No. Sabemos apreciar, aprender, acomodarnos a otras culturas. Creemos en la interculturalidad en este mundo globalizado. Esto tiene que quedar claro para todos los que no nos conocen o no quieren conocernos como somos.
Pero más claro tiene que quedar nuestra
lucha por los derechos humanos y colectivos de nuestro Pueblo Awajun Wampis. Nuestra historia es una historia de luchas
para poder vivir tranquilamente en
nuestro territorio; nunca hemos luchado por conquistar terrenos, ni robar
oro ni plata de nadie. Nuestra
vida en la selva nos impone muchos deberes sociales para convivir y estrategias de producción. ¡Sí, somos
productivos! ¡Ni ociosos ni ignorantes! Y por eso hemos vivido de tal manera, que nunca hemos sido ni queremos ser mendigos
ni una carga para el Estado. Nuestro Pueblo unido ha sabido rechazar a los narco- terroristas y bandas de delincuentes. Para eso, no hemos necesitado ni ejército ni
policías, aunque son bienvenidos. En el
conflicto con nuestro hermano Ecuador, hemos apoyado a nuestro hermano Perú. Todo esto
forma parte de nuestra lucha por
los derechos humanos individuales y colectivos.
Me siento orgulloso recibiendo
este Premio en nombre de mis hermanos Awajun y Wampis.
Esto no quita que queremos progresar
también, no pensamos quedarnos en nuestro pasado glorioso. El mundo cambia y nuestras necesidades
también. Pero queremos hacerlo a nuestro
modo, cuidando nuestra cultura y
cuidando nuestro territorio originario. Eso seguirá siendo nuestra lucha por los
DD.HH., no lo duden !
Ahora mi gran
preocupación es : ¿Cómo hacerlo entender
al Estado que nos quiere ayudar, a las Empresas que necesitan nuestros
recursos, a todos nuestros amigos
colonos que comparten nuestro futuro?
Quizás valgan 2 cuentos que aprendí en la escuela de niño. Con eso quiero terminar lo que quiero decir, porque a “buen
entendedor, pocas palabras".
Un cuento es el de la “gallina de los
huevos de oro”. Para nosotros la gallina es nuestro bosque con
todas sus plumas; los huevos de oro
son los recursos innumerables y maravillosos que produce nuestra gallina. Pero ¿qué pasa si matamos la gallina por codiciar su oro, sin cuidar de que siga viviendo para todos, de
generación en generación? Cuando luchamos
por los derechos de un bosque sano, no contaminado, sostenible, piensen que estamos luchando por la gallina de los huevos de oro!
El otro cuento es muy corto y se refiere a lo que somos como
personas, a nuestra cultura de fondo, a nuestro modo de trabajar, de comer, de
relacionarnos materialmente y
espiritualmente: algo por lo que siempre hemos luchado y seguiremos
luchando, y que ahora llamamos DD.HH. Es el cuento del mono que llegó a un gran río, no era su hábitat,
y vió a un alegre pez nadando, y queriendo salvarlo de las aguas, lo sacó del río con mucho trabajo y lo tenía
orgulloso en sus manos… Ya imaginan ustedes lo que le pasó al pobre pez por culpa
del estúpido mono .
¡Dios nos libre de las buenas intenciones
de los que no nos conocen, ni a nosotros,
ni al bosque que nos mantiene!
Muchas gracias.
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