Diez consejos del Papa Francisco para la felicidad y la paz
El Pontífice en una entrevista publicada por una revista argentina recomienda: Vivir y dejar vivir, jugar con los hijos, compartir los domingos en familia, cuidar el medio ambiente, olvidar lo negativo.
Vivir y dejar vivir, el primer paso para la felicidad. “Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y la felicidad”. En el vídeo publicado en la página del Clarín el Papa explica que los Romanos usan un dicho que explica así: “Anda adelante y deja que la gente vaya adelante”.
Darse a los demás para no dejar dormido el corazón. “Si uno se estanca, corre el riesgo de ser egoísta” y “el agua escancada es la primera que se corrompe”.
Moverse con humildad, lentamente entre las personas y las situaciones. El Papa usa el termino “remansadamente” de un clásico de la literatura gaucha. "En ‘Don Segundo Sombra hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El personaje dice que de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero lentamente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo Güiraldes, ese último adjetivo, remansado. La capacidad de moverse con benevolencia y humildad, el remanso de la vida” afirmó dirigiendo su pensamiento a los ancianos que llevan “la sabiduría y la memoria del pueblo”.
Preservar el tiempo libre como “una sana cultura del ocio”. El Papa exhorta a disfrutar de la lectura, el arte y los juegos con los ‘chicos’. "El consumismo nos llevó a esa ansiedad de perder la sana cultura del ocio” argumentó.
“Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le preguntaba: '¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos?' Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave, es una cultura sana”. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando sus hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo" comentó.
El domingo es para la familia. "El otro día, en Campobasso (Italia), fui a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. El domingo es para la familia" sostuvo.
Ayudar de forma creativa a los jóvenes a conseguir un empleo digno. "Hay que ser creativos con esta franja. Si faltan oportunidades, caen en la droga. Y está muy alto el índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. El otro día leí, pero no me fío porque no es un dato científico, que había 75 millones de jóvenes de 25 años para abajo desocupados. No alcanza con darles de comer: hay que inventarles cursos de un año de plomero, electricista, costurero. La dignidad te la da el llevar el pan a casa" dijo.
Cuidar la creación, amar la naturaleza. "Hay que cuidar la creación y no lo estamos haciendo. Es uno de los desafíos más grandes que tenemos". Se asoma con insistencia la voluntad del Papa de transmitir el valor de la ecología probablemente el tema de la próxima encíclica del Papa.
Olvidarse pronto de lo malo que afecta la vida. "La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano".
Respetar el pensamiento de los otros, sin proselitismo religioso. "Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religioso, que paraliza: 'Yo dialogo contigo para convencerte', no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo” manifestó.
Y buscar la paz es un compromiso. El último consejo del Pontífice es hacer de todo para buscar la paz ante los conflictos armados que azotan varias regiones del mundo. "Estamos viviendo en una época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siempre es una paz activa" aseguró.
El Santo Padre sostuvo que su nominación al Nobel de la Paz no forma parte de su agenda pero confirmó que “todos tienen que estar comprometidos con el asunto de la paz”. Sobre el premio aseguró: "Le digo la verdad. Nunca acepté doctorados y esas cosas que ofrecen, sin despreciar. Ni se me ocurre pensar en eso, y menos (se ríe) voy a pensar qué haría con esa plata, con toda franqueza”.
El Pontífice en una entrevista publicada por una revista argentina recomienda: Vivir y dejar vivir, jugar con los hijos, compartir los domingos en familia, cuidar el medio ambiente, olvidar lo negativo.
Vivir y dejar vivir, el primer paso para la felicidad. “Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y la felicidad”. En el vídeo publicado en la página del Clarín el Papa explica que los Romanos usan un dicho que explica así: “Anda adelante y deja que la gente vaya adelante”.
Darse a los demás para no dejar dormido el corazón. “Si uno se estanca, corre el riesgo de ser egoísta” y “el agua escancada es la primera que se corrompe”.
Moverse con humildad, lentamente entre las personas y las situaciones. El Papa usa el termino “remansadamente” de un clásico de la literatura gaucha. "En ‘Don Segundo Sombra hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El personaje dice que de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero lentamente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo Güiraldes, ese último adjetivo, remansado. La capacidad de moverse con benevolencia y humildad, el remanso de la vida” afirmó dirigiendo su pensamiento a los ancianos que llevan “la sabiduría y la memoria del pueblo”.
Preservar el tiempo libre como “una sana cultura del ocio”. El Papa exhorta a disfrutar de la lectura, el arte y los juegos con los ‘chicos’. "El consumismo nos llevó a esa ansiedad de perder la sana cultura del ocio” argumentó.
“Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le preguntaba: '¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos?' Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave, es una cultura sana”. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando sus hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo" comentó.
El domingo es para la familia. "El otro día, en Campobasso (Italia), fui a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. El domingo es para la familia" sostuvo.
Ayudar de forma creativa a los jóvenes a conseguir un empleo digno. "Hay que ser creativos con esta franja. Si faltan oportunidades, caen en la droga. Y está muy alto el índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. El otro día leí, pero no me fío porque no es un dato científico, que había 75 millones de jóvenes de 25 años para abajo desocupados. No alcanza con darles de comer: hay que inventarles cursos de un año de plomero, electricista, costurero. La dignidad te la da el llevar el pan a casa" dijo.
Cuidar la creación, amar la naturaleza. "Hay que cuidar la creación y no lo estamos haciendo. Es uno de los desafíos más grandes que tenemos". Se asoma con insistencia la voluntad del Papa de transmitir el valor de la ecología probablemente el tema de la próxima encíclica del Papa.
Olvidarse pronto de lo malo que afecta la vida. "La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano".
Respetar el pensamiento de los otros, sin proselitismo religioso. "Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religioso, que paraliza: 'Yo dialogo contigo para convencerte', no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo” manifestó.
Y buscar la paz es un compromiso. El último consejo del Pontífice es hacer de todo para buscar la paz ante los conflictos armados que azotan varias regiones del mundo. "Estamos viviendo en una época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siempre es una paz activa" aseguró.
El Santo Padre sostuvo que su nominación al Nobel de la Paz no forma parte de su agenda pero confirmó que “todos tienen que estar comprometidos con el asunto de la paz”. Sobre el premio aseguró: "Le digo la verdad. Nunca acepté doctorados y esas cosas que ofrecen, sin despreciar. Ni se me ocurre pensar en eso, y menos (se ríe) voy a pensar qué haría con esa plata, con toda franqueza”.
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