La vocación, signo de esperanza
Hermana Gema Pérez en la selva del Perú, en Huampami con niños de awajum |
"Como sucedió en el curso de su existencia
terrena, también hoy Jesús, el Resucitado, pasa a través de los caminos de
nuestra vida, y nos ve inmersos en nuestras actividades, con nuestros deseos y
nuestras necesidades. Precisamente en el devenir cotidiano sigue dirigiéndonos
su palabra; nos llama a realizar nuestra vida con él, el único capaz de apagar
nuestra sed de esperanza. Él, que vive en la comunidad de discípulos que es la
Iglesia, también hoy llama a seguirlo. Y esta llamada puede llegar en cualquier
momento. También ahora Jesús repite: «Ven y sígueme» (Mc 10, 21).
Para responder a esta invitación es
necesario dejar de elegir por sí mismo el propio camino. Seguirlo significa
sumergir la propia voluntad en la voluntad de Jesús, darle verdaderamente la
precedencia, ponerlo en primer lugar frente a todo lo que forma parte de nuestra
vida: la familia, el trabajo, los intereses personales, nosotros mismos.
Significa entregar la propia vida a Él, vivir con Él en profunda intimidad,
entrar a través de Él en comunión con el Padre y con el Espíritu Santo y, en
consecuencia, con los hermanos y hermanas. Esta comunión de vida con Jesús es el
«lugar» privilegiado donde se experimenta la esperanza y donde la vida será
libre y plena.
Queridos jóvenes, no tengáis miedo de
seguirlo y de recorrer con intrepidez los exigentes senderos de la caridad y del
compromiso generoso. Así seréis felices de servir, seréis testigos de aquel gozo
que el mundo no puede dar, seréis llamas vivas de un amor infinito y eterno,
aprenderéis a «dar razón de vuestra esperanza» (1 Pe 3, 15).
Del Mensaje de Benedicto XVI,
con motivo de la Jornada Mundial de Oración
por las Vocaciones 2013.
Qué bien que la hermana Gema esté viviendo con tanta alegría e ilusión su vocación! Muchas bendiciones para ella de parte de CATEQUESIS FAMILIAR! LA QUEREMOS MUCHO Y SIEMPRE LA GUARDAMOS EN NUESTROS CORAZONES.
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