"La paz os dejo, mi paz
os doy;
no os la doy yo como la
da el mundo.
Que no tiemble vuestro
corazón ni se acobarde"
El encuentro
con Jesús Resucitado, que ha vencido a la oscuridad y a la muerte, transforma
nuestras manos y nuestros corazones en instrumentos de Paz. Pienso en mi entorno
y busco y encuentro lugares necesitados de su Paz, y me hago Paz del Señor en
ellos.
Es tiempo de
pequeñas paces cotidianas, de cuidar los detalles, es tiempo de la paz del
corazón y de la conciencia, es tiempo de alabar y de bendecir.
Jesús
Resucitado está entre nosotros, aunque aparentemente se haya ido, es tiempo de
confiar (aún en las tormentas), de ser valientes y de no dejar que nuestro
corazón tiemble ni se acobarde.
¡Nos ha dejado su Paz!.
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domingo, 5 de mayo de 2013
SEAMOS CONSTRUCTORES DE PAZ
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