PARA ORAR CON ICONO DE LA
MISERICORDIA
Donde la Trinidad recibe en su centro a la humanidad doliente, herida, medio muerta.
Alrededor de la humanidad, envolviéndola, como abrazando al ser humano, están tres círculos
inclinados unos hacia otro, con las tres personas de la Trinidad: El Padre, El Hijo y El Espíritu.
El Padre: La más grande de las tres personas, pone las manos bajo los brazos de la creatura
humana para sostenerla. Pone toda su fuerza para ayudar al ser humano a alzarse. Besa a la
humanidad como Padre misericordioso.
El Hijo: Al otro lado del ser humano, El Hijo, que se inclina sobre él y le sirve, en un gesto que
recuerda el lavatorio de los pies. Las llagas nos muestran que es el Resucitado. Por la
Resurrección sabemos que Dios está de parte de los pobres y excluidos.
El Espíritu: Alienta y fortalece el actuar conjunto del Padre y el Hijo, y a la humanidad
sufriente. Es expresión del Amor. En forma de fuego y paloma está a punto de entrar en el
corazón del ser humano para resucitarlo, darle Vida.
Las tres personas abandonan su propio círculo en su volverse hacia la humanidad doliente.
Salen de sí mismas para cooperar conjuntamente en su amor a la humanidad y crear así una
unidad de misericordia.
El ser humano es sostenido, servido, alentado y fortalecido por el Amor de la Trinidad.
Donde la Trinidad recibe en su centro a la humanidad doliente, herida, medio muerta.
Alrededor de la humanidad, envolviéndola, como abrazando al ser humano, están tres círculos
inclinados unos hacia otro, con las tres personas de la Trinidad: El Padre, El Hijo y El Espíritu.
El Padre: La más grande de las tres personas, pone las manos bajo los brazos de la creatura
humana para sostenerla. Pone toda su fuerza para ayudar al ser humano a alzarse. Besa a la
humanidad como Padre misericordioso.
El Hijo: Al otro lado del ser humano, El Hijo, que se inclina sobre él y le sirve, en un gesto que
recuerda el lavatorio de los pies. Las llagas nos muestran que es el Resucitado. Por la
Resurrección sabemos que Dios está de parte de los pobres y excluidos.
El Espíritu: Alienta y fortalece el actuar conjunto del Padre y el Hijo, y a la humanidad
sufriente. Es expresión del Amor. En forma de fuego y paloma está a punto de entrar en el
corazón del ser humano para resucitarlo, darle Vida.
Las tres personas abandonan su propio círculo en su volverse hacia la humanidad doliente.
Salen de sí mismas para cooperar conjuntamente en su amor a la humanidad y crear así una
unidad de misericordia.
El ser humano es sostenido, servido, alentado y fortalecido por el Amor de la Trinidad.
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