martes, 30 de junio de 2015

COLOMBIA: LA VIDA DE UNA MISIONERA CONTADA POR ELLA MISMA

La misionera madrileña María Rubio Pardos cuenta que está escribiendo la historia de la Compañía:"Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús: Obra y don del corazón de Cristo", la historia de su congregación.
Comparte también lo que ha sido su propia historia como misionera en Estados Unidos, la India y Colombia.

María en el tiepo que estuvo en India.

“Nací en Madrid hace 88 años, y allí pasé parte de la Guerra Civil (1936-1939 Madrid, Irún, Teruel, Valencia...) una ‘odisea’ larga de contar. En la‘postguerra’ fui al Colegio de las MM. Mercedarias en el centro de Madrid y pertenecí a la Infancia Misionera. Allí me contagié del fervor misionero de aquellas monjas de ‘clausura papal’ y allí, durante unos Ejercicios Espirituales, sentí la llamada del Corazón de Cristo a ser misionera Ad Gentes en las misiones más lejanas y más necesitadas. Por razones familiares, tuve que terminar en Madrid la carrera de Administración de Empresas antes de seguir mi vocación misionera y, el 1 de junio de 1950, entré a la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús en Madrid. Tras una larga etapa de formación religiosa y en las áreas de salud, ciencias sociales, psicología escolar y administración educativa en España y EE.UU. Mi primera misión fue en Snyder, Texas (1958-1962). De allá, nuestra fundadora, María Pilar Navarro, Superiora General, me destinó a la India, para dirigir nuestro colegio ‘Lourdes Convent School’ en Surat, Gujerat. Mi tercer país de Misión y segunda patria fue Colombia: Medellín (1967-1977). Dirigí el servicio psicológico en el Colegio San Ignacio y empecé con los jesuitas y alumnos los‘Campamentos Misión’ en el Chocó y Medio Atrato Antioqueño. Tras un par de años en Madrid, acompañando a mi anciano padre y tomando cursos de Teología de la Vida Religiosa, en 1979 llegué a nuestra misión en la Prefectura Apostólica de Guapi, Cauca, hoy Vicariato Apostólico (2001), en la Costa Caucana del Pacífico. (...) En el año 2003 me destinaron a Medellín, pero seguí colaborando con visitas anuales a Guapi y por medio de Internet hasta hoy. Aquí continuo escribiendo el II y III tomo de nuestra historia: ‘Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús: Obra y don del corazón de Cristo’. Agradeciendo a Dios Nuestro Señor mi vocación de servicio a la Iglesia en territorios de misión, puedo asegurar que durante toda mi vida misionera ‘itinerante’y gozosa por estos mundos de Dios -sola o con mis hermanas, otras religiosas o religiosos, jesuitas, franciscanos, etc. – siempre me he sentido muy acompañada del Corazón de Cristo y su Santísima Madre ‘Reina de las Misiones’, y todo lo que he podido evangelizar y realizar ha sido obra suya. En compensación, he recibido el cariño y la colaboración de los obispos y sacerdotes y más aún de las gentes más pobres, necesitadas o excluidas a quienes llevé la Buena Noticia del Evangelio”.



María Rubio Pardos, Misionera de la Compañía Misionera del Sdo. Corazón de Jesús (cmscj). Colombia.

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